La AB2189 debe ser ley
La licencia para los 'soñadores' es un paso para la integración
En las corridas legislativas de último momento se halla una ley estatal muy importante para permitir que se otorguen las licencias de conducir a los beneficiados de la acción diferida. El proyecto de ley AB 2189 debe pasar el legislativo y ser firmado por el Gobierno.
Esta medida es necesaria para acelerar el proceso dentro del Departamento de Motores y Vehículos, el cual estimó que los beneficiarios del cambio migratorio podrían obtener el permiso para manejar, pero pospuso su decisión hasta que oficialmente se verifique que la documentación federal cumple con las exigencias de California para obtener la licencia.
El proyecto del asambleísta Gil Cedillo cumple precisamente ese propósito. La ley básicamente establece que cualquier documento federal que demuestre que a un individuo se le otorgó la acción diferida -por haber sido traído como menor de edad a Estados Unidos- será suficiente para establecer la estancia legal en California como para poder obtener una licencia de conducir.
Esta medida, que fue aprobada ayer en la Asamblea y debe pasar el Senado estatal entre hoy y mañana, pudo llegar a esta instancia gracias a maniobras legislativas que permitieron que avance rápidamente.
Siempre hemos sostenido el valor económico y la importancia para la seguridad que brinda el acceso de indocumentados tanto a una identificación estatal como a la licencia de conducir.
En el caso de los “soñadores” -llamados así por el parecido entre el “DREAM Act” y la acción diferida- es lógico que se les permita conducir.
Este es un paso de integración para un grupo de personas en que, muchos de ellos, son tan estadounidenses como los nativos. Es un craso error considerarlos bajo la misma vara que el resto de las personas sin papeles, tal como lo han hecho Arizona y Texas.
California se beneficia cuando saca de las sombras a un sector de la población joven y emprendedora. La licencia de conducir es parte de ello.