Assange estima salir de Embajada de Ecuador en un año
El fundador de WikiLeaks se encuentra desde junio en la Embajada ecuatoriana en la capital británica.
El fundador de WikiLeaks, el australiano Julian Assange, estimó ayer que puede salir de la Embajada de Ecuador en Londres hasta en un año, si la justicia sueca abandona su caso por presuntos delitos sexuales, que él niega.
En una entrevista grabada desde la misma Embajada con el periodista uruguayo Jorge Gestoso y difundida hoy por la televisión ecuatoriana Gama y la cadena venezolana Telesur, Assange insistió en que su vida corre peligro si finalmente es extraditado a Estados Unidos, donde, según él, puede ser condenado a muerte o a cadena perpetua.
Assange se encuentra desde junio en la Embajada ecuatoriana en la capital británica, pero aunque Ecuador le ha otorgado asilo no ha podido salir de allí porque Reino Unido le ha negado un salvoconducto.
Las autoridades británicas han afirmado que están obligadas a extraditarle a Suecia para que responda por las acusaciones.
“Creo -dijo- que la situación se resolverá por medio de la diplomacia o por medio de un acontecimiento inusual en el mundo que no podemos predecir, como una guerra con Irán, la elección de los Estados Unidos o el abandono del caso por parte del Gobierno sueco”.
“Creo que este último sería el resultado más probable, quizá una investigación integral acerca de lo que sucedió aquí, creo que abandonarían el caso y creo que se resolverá en seis a doce meses, eso es lo que calcularía”, apuntó Assange.
El exhácker, de todas maneras, dejó en claro que seguirá con la lucha de su organización por la democratización de la información, sobre todo aquella de naciones poderosas que, según él, han creado un sistema perverso de leyes para su propio beneficio.
Aseguró que en Estados Unidos se ha montado un “jurado de inquisición” para juzgarlo a él y a otros de sus colaboradores por haber revelado miles de cables diplomáticos que han desnudado métodos censurables de su política exterior.
Recordó que algunas autoridades en EE.UU. lo han tachado de terrorista y han sugerido su eliminación física, mientras se cursa una investigación en su contra, pese a que el Departamento de Estado lo ha negado y ha señalado que Assange intenta escapar de la justicia sueca.
Sobre los cargos de abuso sexual, Assange dijo que se han presentado irregularidades en el proceso, pero remarcó que “cuando este clase de alegación circula en los medios, uno no puede responder”.
Es como “luchar contra un cerdo”, porque “uno se ensucia con lodo y conviene a las personas que lanzan el lodo, (pero) si uno responde, entonces se mete en la situación y termina legitimando las acusaciones escandalosas presentadas en su contra”, agregó.
Dijo que podría ir a Suecia “si el terreno es correcto, quiero decir, que si se mira a lo que los suecos demandaban, ponerme en prisión y mantenerme allí sin cargos, eso no es muy aceptable tampoco”.
“Permanecí cinco semanas en Suecia, me dieron permiso de salida y luego del ‘Cablegate’ (la revelación de cables diplomáticos a través de WikiLeaks) ponen una alerta roja en la Interpol en todo el mundo, Eso no es correcto para alguien que ha sido completamente colaborador” con la justicia de Estocolmo, añadió.
Por eso, para Assange, Suecia ha trastocado su habitual “neutralidad” para alinearse a Estados Unidos.
Sobre su estadía en la Embajada ecuatoriana en Londres, donde está atrapado por una nutrida fuerza de policías que tienen la orden de arrestarlo apenas ponga un pie fuera de esas instalaciones, Assange aseguró que, aunque es difícil, “uno se acostumbra a todo”.
El fundador de WikiLeaks valoró la actitud del Gobierno ecuatoriano de concederle asilo y destacó el respaldo que América Latina dio al Ejecutivo de Ecuador en la controversia con el Reino Unido, tras la supuesta amenaza británica de irrumpir en la Embajada para arrestar a Assange.
Ese incidente quedó superado tras una “retractación” que, según Ecuador, hizo el Gobierno de Londres, que ha optado por la vía del diálogo para tratar el caso Assange.