Henry Cervantes: Un mensaje de paz en La Villita
Un hispano promueve un mensaje de paz entre los estudiantes de La Villita, en Chicago.
Chicago.- En medio de la violencia que aqueja a barrios populares como La Villita, en Chicago, un hispano enseña a los jóvenes de dos escuelas católicas a ser portadores de un mensaje de paz.
Henry Cervantes es el director y maestro del programa “Peace Works”, del Centro por la Creación de la Paz de la Universidad Marquette en Milwaukee, Wisconsin.
Desde hace dos años el programa funciona en los barrios Pilsen y La Villita, en Chicago, en donde Cervantes imparte clases en las escuelas católicas de las iglesias Epifanía y Santa Inés de Bohemia.
“Peace Works” fue creado en 1997 por el doctor Michael Duffey y en 2007 un subsidio de Bright Futures Initiatives permitió expandir el programa a cerca de 25 escuelas públicas y a los Boys and Girls Clubs del área de Milwaukee.
El propósito del programa, explico Cervantes, es reducir y transformar la violencia enseñando a los jóvenes como manejar los conflictos y hacer de cada uno un portador de la paz.
Esto se logra, explicó Cervantes, impartiendo una hora de clases a la semana a todos los grados de sexto a octavo año en la escuela Santa Inés de Bohemia, donde Cervantes trabaja.
En un día típico de clases los jóvenes aprenden sobre las emociones fuertes que pueden empujar a la violencia y como resolver los conflictos sin recurrir a medidas drásticas.
“Les enseñamos a los jóvenes que los conflictos en sí no son malos”, apuntó Cervantes. “Lo malo es cómo manejamos un conflicto”.
La Villita es testigo del inmenso daño en vidas perdidas que ejerce la violencia en esta comunidad.
En el exterior de la parroquia de esta escuela está un “Memorial a los Jóvenes” con los nombres de cerca de 150 menores que han perdido sus vidas por la violencia en los últimos años.
En el salón 501 de la escuela Santa Inés de Bohemia, Cervantes dibuja un rostro y divide el cerebro en lados positivos y negativos.
Luego pide a los cerca de 20 alumnos de sexto grado que mencionen emociones positivas y negativas.
“Todos los problemas del mundo comienzan aquí”, dice Cervantes apuntando al cerebro en el dibujo que trazó en la pizarra. “Las emociones son como semillas en nuestra mente. Si alguien terminó en una cárcel es que tenía una semilla o emoción negativa que creció fuera de control”.
El programa “Peace Works” fue implementado el año pasado en el barrio Pilsen en donde fue parte del aprendizaje en las escuelas católicas St.Pio, San Procopio y la secundaria Cristo Rey.
Cervantes dijo a Efe que los módulos de enseñanza son creados por el Centro por la Creación de la Paz de la Universidad Marquette y también otros investigadores de esa institución hacen un análisis del impacto del programa en los jóvenes.
Muchas de las escuelas del área de Milwaukee, según “Peace Works”, han visto una disminución en el comportamiento delictivo en las escuelas públicas en donde se implementó el programa.
En Pilsen y La Villita, señaló Cervantes, tanto los maestros como los padres de familia están involucrados en este programa que busca transformar a los jóvenes en personas de paz.
“Muchas de las cosas que los estudiantes están aprendiendo en la clase, lo están poniendo en práctica en el hogar”, apuntó Cervantes.
La lección número uno, afirma, es inculcar a los jóvenes que la violencia no resuelve nada.
“Les enseñamos a los estudiantes que nada de eso trabaja y que lo que tenemos que hacer es usar nuestro razonamiento”, señaló.
Y aunque las escuelas católicas no son en sí problemáticas y focos de violencia, Cervantes dijo que se piensa expandir el programa “Peace Works” a las escuelas públicas en donde la violencia es una gran preocupación para las autoridades.
La violencia personal como la institucional, recalcó Cervantes, es el gran dolor de cabeza de la humanidad.
“La manera que vamos a resolver la violencia en la comunidad es trabajando con la gente que cree que nosotros tenemos el poder de detenerla”, señaló. “Y cuando la violencia personal sea detenida, la violencia institucional también acabará porque las instituciones son creadas por la gente”.
Patrick Kennely, codirector del Centro por la Creación de la Paz de la Universidad Marquette, dijo a Efe que la institución está complacida con la entrada del programa a La Villita, tras implementarse en Pisen el año anterior.
“Lo que estamos viendo es a los jóvenes tomar control de sus vidas y decir que la violencia no es aceptable”, dijo Kennelly durante una entrevista telefónica.
Kennely dijo que la organización está complacida con el trabajo de Cervantes, de 25 años, quien con entusiasmo enseña el arte de crear la paz entre los jóvenes.
“Él ha despertado en los jóvenes el poder y el coraje de actuar para poder resolver problemas y conflictos sin recurrir a la violencia”, finalizó.