Trasladan a niña activista atacada por talibanes
La pequeña paquistaní de 14 años, fue llevada a un hospital militar después de ser herida en un ataque talibán.
Londres .- La activista paquistaní Malala Yousafzai, herida en la cabeza y el cuello al ser víctima de un ataque del Talibán, mejora pero sigue en condición crítica, por lo que fue trasladada a un hospital militar para tratamiento especializado.
Malala, de 14 años, fue baleada por los talibanes el pasado martes en el norteño valle de Swat, caso que ha consternado a la comunidad internacional y a las autoridades paquistaníes, que han ofrecido una recompensa de más de 100,000 dólares por la captura de los agresores.
Otras dos niñas, compañeras de escuela de Malala, también resultaron heridas en el ataque, reivindicado por el Talibán en represalia por la campaña en su contra y a favor del respeto a los derechos humanos y de la educación que encabeza la menor.
La joven activista, quien el año pasado recibió el Premio Nacional de la Paz, fue sometida a una cirugía la víspera para extraerle la bala alojada en el cuello y, aunque permanece sedada, ha mostrado una leve mejoría, de acuerdo con reportes del diario local The Dawn.
Tras la operación, ella pasó dos días en la unidad de cuidados intensivos, pero ahora requiere atención post quirúrgica, por lo que los médicos recomendaron su traslado al principal hospital militar del país, en la ciudad de Rawalpindi, que cuenta con mejores instalaciones.
Malala fue trasladada desde el hospital de Peshawar a bordo de un helicóptero, que tomó 25 minutos en llegar a Rawalpindi.
Los médicos indicaron que la niña activista aún estaba inconsciente y que las próximas 24 horas serían cruciales para su progreso, “ha mejorado desde la operación, pero sigue en condición crítica”, según el parte médico.
“Ella ha estado conectada a un respirador. La bala ha afectado una parte del cerebro, pero hay una probabilidad de 70% de que sobreviva”, agregó.
Mehmoodul Hasan, familiar de Malala, comentó a la prensa que los doctores enviaban sus informes al extranjero para asesoramiento, y que estaban comprobando si estaban disponibles mejores instalaciones médicas en otros países en caso que se necesite un traslado.
Malala tenía apenas 11 años cuando comenzó a denunciar las atrocidades cometidas por los talibanes y a promover la defensa de los derechos de las niñas a la educación, por lo que el ataque en su contra generó una fuerte indignación en el interior y exterior del país.
El gobierno provincial paquistaní anunció una recompensa de 10 millones de rupias (unos 104,000 dólares) por información que conduzca a la captura de los atacantes y el ministro del Interior, Rehman Malik, se comprometió ha atraparlos.