Salma se siente privilegiada por nacer en México
La actriz Salma Hayek cree que su vida en México le ha ayudado a "mantener los pies en el suelo".
La actriz mexicana cree que la modesta vida que llevaba durante su infancia en su país natal le ha ayudado a asimilar su condición de estrella con naturalidad y sin arrogancia. A pesar de los tópicos asociados a las celebridades del mundo del espectáculo, la artista asegura seguir siendo una persona sencilla, cercana y que trata de inculcar a su hija la filosofía de “mantener los pies en el suelo” ante su acomodada situación.
“Creo que el entorno en el que me crié durante mis primeros años en México me ha ayudado a asumir el éxito y la fama sin excentricidades. Cuando era pequeña, podía jugar en medio de la calle con mis vecinos, corretear por la ciudad y disfrutar de los fines de semana en el mercado con mi madre. Era un panorama muy estimulante, un ambiente sano y relajado, ¿en qué otro lugar podría crecer un niño de la misma forma?”, reveló en una entrevista con el diario Daily Mail.
“Valentina es una niña muy responsable y atenta, quizá no pueda atribuirme el mérito por ello, pero lo cierto es que intentamos inculcarle buenos valores. Lejos de ser una niña malcriada, le gusta asumir responsabilidades y ahora cuida personalmente del hámster que le regaló su padre. Limpia su caja, le alimenta y se toma las tareas con mucha seriedad”, añadió.
Salma siempre ha hecho gala de su carácter espontáneo y afable, pero el hecho de estar casada con un magnate del mundo de la moda – el empresario francés François-Henri Pinault- y su gusto por los sofisticados modelos de alta costura le han granjeado negativos comentarios sobre su privilegiada posición. La intérprete tuvo que desmentir en una ocasión que las marcas de lujo que controla su marido (Gucci y Balenciaga, entre otras) le regalaran sus últimas creaciones, y ahora insiste en que le gusta encargarse personalmente de las tareas domésticas a sabiendas de que no es necesario.
“Sé que la maternidad es una tarea muy complicada para las mujeres que tienen que salir adelante solas. Yo tengo a mucha gente trabajando para mí, pero me gusta hacer cosas por mí misma en casa e involucrar a mi hija en estas labores. Ser madre es mucho más duro que trabajar en el cine y, aunque sé que no siempre es necesario, me esfuerzo mucho por ser activa en casa. No es que mi marido espere esto de mí, pero no me importa hacerlo”, explicó.
Salma admite haber heredado esa energética actitud de su madre y abuela, a quienes considera sus dos grandes modelos de conducta, por lo que no se preocupa de las críticas que se vierten sobre ella por exhibir su impulsiva personalidad en público. Para justificar su posición, la intérprete revela haber recibido numerosas cartas amenazantes tras amamantar a un bebé durante un viaje a África en el año 2009.
“Tras mi viaje a Sierra Leona, me llegaron cartas muy ofensivas que me criticaban por haber amamantado a un bebé en un momento de mi viaje. Había dado a luz a mi hija pocos meses antes y me encontraba en el período de lactancia. Vi a un bebé que lloraba de hambre y su madre no podía alimentarle porque no tenía leche. Nos encontrábamos en un lugar remoto así que no lo dudé un instante. Para mí fue una reacción natural y no tenía intención de causar polémica alguna”, concluyó.