Preocupa a electores la deuda de EEUU
Estadounidenses ven la economía más allá de su situación personal
Último de una serie de tres
La pregunta de ¿estamos mejor ahora que hace cuatro años? ha sido obligada en la campaña electoral. Barack Obama y su campaña dicen que sí, en cambio su rival político, el republicano Mitt Romney, asegura lo contrario.
¿Quién tiene la razón?, depende a quién se le pregunte…
En el mundo agrícola de alto riesgo y alta productividad, Randy Dreher no mide su situación financiera según los ciclos electorales cada cuatro años, sino del precio de los cultivos, las exportaciones, y los caprichos de la naturaleza.
A pesar de la importante sequía de este año, este productor agrícola de Iowa, quinta generación en su familia, pudo sobrevivir la situación debido a que los altos precios de los cultivos compensaron la disminución de su producción. Es un momento dorado para la zona agrícola del país, y como prueba, Dreher señala el precio de venta récord en el Condado Audubon, donde tiene su establecimiento de 200 acres.
Las tierras agrícolas que se vendieron recientemente alcanzaron los 11,900 dólares por acre. El comprador: un productor agrícola de 75 años.
“Para registrarse un récord en el contado, esto es señal de que hay mucho optimismo”, dice Dreher, que cultiva maíz y frijoles y cría cerdos y vacas en la misma propiedad, ubicada en la zona oeste-central de Iowa, donde su tatarabuelo se estableció hace más de 100 años. El valor de los campos agrícolas han aumentando abruptamente en todo Iowa. En el condado de Dreher, por ejemplo, en un período de tan solo dos años, que finalizó en 2011, el acre pasó de 4,537 dólares a 7,240 dólares”, y la tendencia a la suba no ha finalizado, según Michael Duffy, economista de Iowa State University.
Dreher afirma que la agricultura está pasando por sus mejores días, desde que él nació en 1980.
Y sin embargo, percibe dificultades en la situación económica global. “Pienso en la deuda, en el Seguro Social y en Medicare. De dónde va a salir todo ese dinero es algo que me resulta muy inquietante”, dice Dreher.
“Es como ir al banco todos los días, sabiendo que uno ha pedido demasiados fondos y algún día tendrá que pagarlo. … No podemos seguir endeudándonos así”.