Industria pornográfica retoma pulso

La Medida B dicta que se tendría que seguir vigilando a los actores

Simpatizantes de la Medida B acudían a un evento previo a las elecciones del 6 de noviembre, cuando  se aprobó.

Simpatizantes de la Medida B acudían a un evento previo a las elecciones del 6 de noviembre, cuando se aprobó. Crédito: <copyrite>La Opinión - </copyrite><person> J. Emilio Flores< / person>

El espectáculo debe continuar. Esa es la máxima en el sector del entretenimiento y es lo que se hizo en la capital porno del país, incluso después de que el Condado Los Ángeles exigiera por votación que los actores usen preservativos para filmar escenas sexuales.

Una de las estrellas más famosas de este sector, James Deen, se presentó a trabajar sin preservativos —como siempre— justo horas después de que los votantes adoptaran la nueva ley.

Durante un descanso en el rodaje del pasado jueves, sin embargo, Deen planteó las mismas interrogantes que inquietan a todos aquellos vinculados al sector porno, una industria de más de mil millones de dólares para Los Ángeles: ¿Podría la recusación planificada anular la nueva ley antes de que se llegue a implementar? ¿O quizás dentro de un año este actor trabaje en películas como “Atomic Vixens” o “Asian Fever Sex Objects” en otros lugares como Las Vegas o Florida?

La ley, que en la boleta electoral figuró como la Medida B, fue aprobada el martes pasado por el 56% de los votantes del estado. No entrará en vigor hasta que se certifiquen los resultados de la votación, lo que probablemente lleve varios días más. Podría llevar meses antes de que las autoridades del Departamento de Salud del condado determinen cómo harán cumplir dicha ley y comiencen a enviar agentes de control profiláctico para mantener vigilados a los actores.

El Departamento de Salud Pública emitió una breve declaración que no incluía un cronograma para la creación de un plan de cumplimiento. No se dio ningún indicio de si se realizarían inspecciones sorpresa o si se pagaría a empleados públicos para ver películas porno y determinar si los actores cumplían con la ley.

El sector del entretenimiento para adultos que, según la publicación del sector, Adult Video News, considera que genera ingresos de hasta siete mil millones de dólares al año en el país, se opuso vehementemente a la nueva norma. Argumentó que no es necesaria ya que, entre las medidas de protección ya establecidas, se incluyen controles mensuales para detectar enfermedades venéreas entre los actores. También señalaron que sería muy costoso y difícil implementar esta ley y que podría provocar el traslado de este sector fuera del Valle de San Fernando, llevándose consigo unos 10 mil puestos de trabajo además de a actores, directores y otras personas vinculadas al maquillaje y demás oficios.

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