Los Alarcón se tambalean en problemas legales

Vistos hace poco como una ascendente familia en el escenario político de Los Ángeles, hoy los Alarcón están en el ojo del huracán por serios problemas legales.

El concejal Richard Alarcón, su hija Andrea (i) y su nieta Cheyenne.

El concejal Richard Alarcón, su hija Andrea (i) y su nieta Cheyenne. Crédito: Chris Martinez / La Opinión

Sólo dos semanas después que el veterano concejal Richard Alarcón fuera derrotado en las urnas por un candidato desconocido, debido –según analistas y él- a las acusaciones de fraude electoral y perjurio que pesan en su contra, su hija Andrea, a cargo de una comisión municipal, está siendo investigada por presuntamente abandonar a su hija de 11 años en el Ayuntamiento la semana pasada.

La Procuraduría de Distrito de Los Ángeles (DA) confirmó a la prensa que el caso de Andrea Alarcón, presidenta de la Comisión de Obras Públicas de la Ciudad, ya está en las manos de la agencia.

La Policía angelina (LAPD) inició la investigación luego de encontrar a la pequeña desatendida en el edificio de la Alcaldía (donde están las oficinas de los Alarcón) y llevarla a la División Central de la corporación.

La hija de Alarcón fue hallada a las 11:45 p.m. del pasado viernes, pero que la funcionaria se presentó en la estación hasta las 2:00 a.m. del sábado, reveló el periódico Los Angeles Times citando fuentes anónimas. La Policía, indicó el rotativo, abrió una investigación por infante en peligro y contactó al Departamento de Niños y Servicios Familiares del condado.

No fue posible contactar a las oficinas involucradas en el caso por ser un período feriado.

“Mi hija es mi prioridad y no hay nada más importante para mí que su bienestar”, declaró Alarcón, de 33 años, en un breve comunicado de prensa. “Para ser la mejor madre posible he decidido buscar ayuda profesional y tratamiento. Pido a los medios de comunicación respetar la privacidad de mi familia en este difícil momento”, continuó.

Pero los problemas legales de la funcionaria, elegida al cargo por el alcalde Antonio Villaraigosa, amigo del concejal Alarcón, empezaron desde diciembre de 2011, cuando fue detenida por un agente de la Patrulla de Carreteras de California (CHP), quien notó en ella signos de intoxicación. Posteriormente, la Fiscalía la acusó de conducir bajo los efectos del alcohol y cometer crueldad contra un niño.

Su padre, mientras tanto, intenta sacudirse los señalamientos de haber vivido fuera del distrito que representa (el 7, del Valle de San Fernando) y cometer otros delitos derivados de ello. Su esposa, Flora Montes de Oca, también ha sido acusada por la oficina del procurador del condado, Steve Cooley.

Una jueza retiró los cargos contra Alarcón y su esposa hace cinco meses, considerando que no hubo evidencia contundente en el juicio. Cooley, sin embargo, volvió a interponer las quejas.

Al parecer, la factura le fue cobrada a Alarcón en la pasada elección, donde perdió la contienda por una curul en la Asamblea estatal por una ventaja de 17 puntos. Le ganó Raúl Bocanegra, un profesor sin experiencia en la política. “Nadie quiere competir por un cargo público cuando ha sido acusado de un delito, el que sea”, comentó el edil antes de la votación.

Antes de meterse en líos con la justicia, su hija Andrea no descartaba la idea de convertirse en concejal de Los Ángeles. “Claramente lo que mi padre ha hecho es que me ha abierto las puertas”, expresó a La Opinión a mediados de 2011. “El apellido Alarcón representa para mí servicio público, sentar un precedente: mi padre fue el primer concejal latino que representó el noreste del Valle de San Fernando”, dijo entonces.

Hoy se desconoce si han cambiado sus aspiraciones políticas.

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