Inmigrantes son víctimas de tráfico de mano de obra en San Diego
El 31% de los indocumentados en el condado de San Diego de origen hispano han sido víctimas de tráfico de mano de obra.
San Diego, California .- El 31% de los indocumentados en el condado de San Diego de origen hispano han sido víctimas de tráfico de mano de obra, de acuerdo con datos revelados por un nuevo estudio sobre esta materia.
El análisis, denominado “El Tráfico de Trabajadores Inmigrantes en el Condado de San Diego: Buscando una Población Oculta”, fue efectuado durante tres años por el sociólogo de la Universidad Estatal de San Diego Sheldon Zhang.
Zhang dijo que el estudio es el primero en su tipo en EE.UU. y que se basó en entrevistas realizadas a 826 inmigrantes indocumentados hispanoparlantes, el 98% de ellos de origen mexicano, que habían trabajado en el condado de San Diego.
“El tráfico de trabajadores en San Diego no solo es común sino rampante, motivado principalmente por su carencia de estatus migratorio, lo que hace que los crímenes no sean reportados. Esto requiere cambios sistémicos que vayan más allá de los mecanismos de aplicación de la ley que por sí solos no pueden resolver el problema”, añadió.
De acuerdo con el estudio, las industrias en las que se presentan con mayor frecuencia los casos de tráfico de mano de obra son la construcción, la limpieza de edificios y el procesamiento de alimentos.
El académico mencionó que las redadas conducidas por autoridades federales y la aprobación reciente de leyes estatales que facultan a policías locales a intervenir en asuntos migratorios hacen más vulnerables a inmigrantes frente al tráfico y abusos en sus sitios de trabajo.
“El tráfico de mano de obra suele ser perpetrado por operadores de negocios, dueños de vivienda o de granjas que son miembros ordinarios de la comunidad. Debido a que su presencia en la comunidad es ordinaria, esto hace más difícil la presencia de indignación moral” ante el problema, dijo Zhang.
A esto se suma que agencias de aplicación de la ley suelen referirse a las víctimas como criminales por su situación migratoria, lo que hace más difícil que legisladores y el público en general tomen acción para crear leyes que los protejan, de acuerdo con el investigador.
Estos indocumentados sufren privación de su libertad de movimiento o amenazas físicas, aunque estos inmigrantes sufren además abusos como falta de pago del salario mínimo u horas extras, represalias a los trabajadores que presentan quejas o tratan de sindicarse, sitios de trabajo inseguros y no cumplir con las obligaciones de indemnización por accidente.
El investigador indicó que los dueños de estos negocios solo cumplirán con las regulaciones laborales cuando las multas y costos de violaciones sean más elevados.
Otra de las medidas efectivas, en su opinión, serían investigaciones de “alto perfil” y concienciar a la opinión pública sobre el problema con mensajes con información sobre casos relevantes que hayan sido perseguidos, y los servicios sociales disponibles.
La idea, de acuerdo con Zhang, es no solo el capturar a los culpables sino crear también un clima social hostil hacia estas actividades.