José Manuel Caballero Bonald es el nuevo Premio Cervantes
El novelista y poeta recibirá el galardón el próximo abril, en el día en que se recuerda a Miguel Cervantes.
El poeta y novelista español José Manuel Caballero Bonald es el nuevo Premio Cervantes 2012, el galardón más importante de las letras hispanas que reconoce así la voz coherente e insobornable de este poeta, narrador y memorialista a lo largo de su prolífica carrera literaria.
Superviviente de la generación del cincuenta, este radical “novelista poeta” de 86 años recibió ayer la noticia de la concesión del galardón con el convencimiento de que este año le tocaba a él.
“El Premio Cervantes es una meta a la que todo escritor aspira y este año me correspondía, era mi turno”, aseguró en declaraciones el novelista y poeta.
El nombre del premiado fue hecho público ayer por el ministro español de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, en una rueda de prensa y acompañado, entre otros, por dos de los miembros del jurado, su presidente, Darío Villanueva, de la Real Academia Española, y la escritora Ana María Matute, galardonada en 2010.
Tras cinco votaciones, el jurado decidió por mayoría otorgar a Caballero Bonald este premio, dotado con 125,000 euros ($162,477) y que le será entregado en una ceremonia el próximo 23 de abril, día que se conmemora la muerte de Miguel de Cervantes.
Este inconformista autor recibe el Cervantes tras haber ganado premios como el Nacional de las Letras, el Nacional de Poesía, el Andalucía de las Letras, el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, el Federico García Lorca y, en tres ocasiones, el de la Crítica.
Caballero Bonald (Jerez, sur de España) se define como poeta “discontinuo e intermitente”, pero lleva 60 años utilizando esta expresión, que es “la más alta temperatura que se puede conseguir manejando la lengua”.
“Es la totalidad de la expresión literaria. Nada hay comparable a la poesía”, sostiene el escritor, que se toma este género como “una forma de defensa contra las ofensas de la vida”.
Con ese espíritu ha publicado libros como Las adivinaciones, Memorias de poco tiempo, Anteo, Las horas muertas (Premio de la Crítica, 1959), Pliegos de cordel, Descrédito del héroe (Premio de la Crítica, 1978).
Su última apuesta es Entre guerras (2012), un largo poema autobiográfico sin rima ni metro prefijados y sin signos de puntuación, salvo exclamaciones e interrogaciones .
Pero también como novelista tiene títulos como Dos días de septiembre (Premio Biblioteca Breve, 1961), Agata, ojo de gato (Premio de la Crítica, 1975), Toda la noche oyeron pasar los pájaros (Premio Ateneo de Sevilla, 1981), En la casa del padre (Premio Plaza y Janés, 1988) y Campo de Agramante.
Tiempos de guerras perdidas (1995) y La costumbre de vivir (2001) son los dos tomos de sus memorias.
Caballero Bonald tuvo ayer un recuerdo para otros dos de los candidatos al Cervantes 2012, Juan Goytisolo, un compañero de generación con el que se siente unido literaria e ideológicamente,y “un gran cervantino como Martín de Riquer”, ambos, dijo, merecedores del premio tanto como él.
La excelente calidad literaria de Caballero Bonald fue resaltada por escritores y críticos, además de por el presidente del jurado que le ha otorgado el premio, que le describió como “un fabulador y creador de historias y maestro en el uso del idioma”.
Villanueva explicó la valoración que hizo el jurado de la marcada proyección iberoamericana de Caballero Bonald, quien además de vivir en América Latina, ha mantenido un contacto intenso con la literatura escrita en castellano en ese continente y es una figura muy apreciada por los “hispanohablantes e hispanolectores al otro lado del océano”.
Para todos se trata de un reconocimiento muy merecido que, según algunos, se ha retrasado.
Así, para el escritor Juan José Armas Marcelo, es “un escritor de cuerpo entero”, un autor que para él es, además, “el mejor poeta español”.
Luis Goytisolo, hermano de Juan y también candidato al premio, felicitó al “buen poeta” galardonado y calificó de acertada la decisión de conceder el premio a Caballero Bonald.
Mientras, el escritor y crítico literario José Carlos Mainer recalcó la “riqueza de vocabulario admirable”, la “extraordinaria capacidad imaginativa” y el compromiso con la libertad del premiado.