Por temor no usan servicios de salud
Mucha gente no sabe que acogerse a Healthy Way LA no les afecta
Después de pagar en efectivo por servicios médicos y medicamentos cada vez que se enfermaba, ahora Alejandro Sorto, un inmigrante hondureño residente en El Monte, está cubierto bajo un programa gratuito del Condado de Los Ángeles llamado Healthy Way LA.
Aunque hay muchos más inmigrantes al igual que Sorto que podrían recibir los beneficios médicos a través de Healthy Way LA, algunos tienen miedo de que les afecte en su estado migratorio ya que hay un segmento de este programa que es financiado directamente por el gobierno federal, comentó Alfonso Vega, director regional de las clínicas de AltaMed en el Condado de Los Ángeles.
“Hay personas que llegan a nuestras clínicas porque necesitan servicios médicos, cuando les hacemos preguntas sobre su estado migratorio y les informamos que tal vez pueden calificar para un programa del condado, la gente se asusta y nos dicen que mejor quieren pagar en efectivo”, dijo Vega.
Hace un poco más de año, el Condado de Los Ángeles adquirió un permiso especial de los Centros de Servicio de Medicare y Medicaid para expandir la cobertura de Medicaid como parte de la reforma de salud.
El Departamento de Servicios de Salud del Condado bautizó a este programa como Healthy Way LA y lo ha dividido en dos segmentos. Uno de estos segmentos lo costea el gobierno federal y requiere que las personas presenten pruebas de nacionalidad y documentación legal. Mientras que el otro segmento es mucho más flexible ya que es financiado con fondos del condado.
El problema radica en que el programa tiene el mismo nombre y aunque los requisitos para la solicitud son diferentes, las pacientes se asustan creyendo que el gobierno federal tendrá acceso a sus datos personales como dirección e ingresos.
Amy Viste, dijo que de las 200,000 personas inscritas bajo el programa Healthy Way LA, un 60% son bajo el segmento que recibe fondos federal, y el resto son pacientes que no cumplen con todos los requisitos federales y que son atendidos en las clínicas comunitarias. Los pacientes de bajos ingresos y sin documentos que atiende la red de servicios de salud del condado continúan bajo el programa llamado ORSA.
“Es muy fácil determinar si la persona califica para Healthy Way LA match (fondo federal) o unmatch (pagado por el condado). Las personas que no califican para la sección match pueden obtener los servicios gratuitos que necesitan a través de unmatch… y pueden estar tranquilos porque no compartimos su información con otras agencias”, aseveró Viste.
Sorto asegura que él no tuvo miedo de dar sus datos personales porque la persona que hizo el trámite en AltaMed le demostró mucha confianza y le aseguró que la información sólo era para Healthy Way LA.
“Esta ayuda me llegó de Dios hace unos 3 meses. Tengo diabetes y ellos me están ayudando aunque yo no tengo dinero para pagar el médico, las medicinas o los exámenes. Todo me lo están proporcionando gratis”, dijo Sorto.
Él antes iba a una clínica privada en donde pagaba 40 dólares por consulta, más los exámenes y las medicinas. Una vista al doctor le costaba en total unos 200 dólares.
Para calificar para Healthy Way LA unmatch, Sorto presentó pruebas de su dirección y de sus ingresos.
“Los trámites fueron muy rápidos. Yo iba enfermo y ahora estoy bien. Estoy en control médico para la diabetes, me orientan y me hacen chequeos de sangre. Me siento muy bien. Le doy gracias a Dios que encontré esta clínica y que no tengo que preocuparme por mi medicina. Cada medicina que me dan vale como 70 ó 80 dólares y me dan tres frascos”, aseguró Sorto.
Louise McCarty, directora de la Asociación de Clínicas Comunitarias del Condado de Los Ángeles, dijo que hace un año cuando inició Healthy Way LA fue un gran problema, pero que ahora se ha agilizado el trámite y están claras cuales son las reglas y requisitos para ambos programas, el que es financiado por el gobierno federal y el que proviene del condado.
“Cuando las personas que califican para el programa optan por pagar en efectivo porque tienen miedo perjudican a todos, a la clínica, al programa y a ellos mismos”, aseveró McCarthy.