Escuche al niño antes de hablar
Muchos niños pueden necesitar ayuda para explicarse lo que escuchan o ven de una tragedia como la ocurrida con la muerte de personas en un tiroteo. Los expertos dicen que hay que abordar el tema con cuidado
La masacre de 20 niños y cinco adultos en la escuela Sandy Hook, en Connecticut, puede ocasionar estrés o temor a otros pequeños que no logran entender lo sucedido. De acuerdo a los expertos, es posible que los niños tengan muchas preguntas.
“Antes de hablar sobre esta tragedia es recomendable escuchar primero al niño para entender cómo interpretan el incidente”, dijo Anable Castrezana, psicoterapeuta de Kaiser Permanente en Santa Ana.
Castrezana dijo que se le habla al menor según su madurez. Si el niño es menor de 12 años, hay que simplificar las cosas, y si el menor es un adolescente, se le puede hablar con términos y un lenguaje adecuado a su edad.
Entre las preguntas que los niños menores de 12 años pueden tener están: ¿Puede suceder esto en mi escuela? ¿Es segura mi escuela? ¿Me puede suceder eso a mí?
“No se les puede decir que eso no sucederá en su escuela, pero sí se les puede decir que vamos hacer lo posible por protegerlos. Hay que darles seguridad diciéndoles que nos vamos a involucrar en su escuela”, agregó Castrezana.
En su sitio web, los Centros de Control de Enfermedades y Prevención (CDC) señala que después de eventos traumáticos es común sentirse triste, ansioso o indefenso. Y, no es inusual que las personas tengan pesadillas o dificultades para dormir o comer.
“Hay que explicarles que esto pasó en otro estado y si tienen mucho temor de regresar a la escuela hay que buscar ayuda con algún psicoterapeuta”, dijo Castrezana, quien aconsejó que los padres tengan cuidado de ver los noticieros frente a los más pequeños ya que se impresionan muy fácilmente porque no distinguen la realidad de la fantasía.
Castrezana recomienda a los padres de familia que se involucren en la cotidianidad de los niños y que los escuchen detenidamente para comprender con exactitud cuáles son los temores.
“Hay que darles muchos consejos y sobre todo mucho cariño para que se sientan seguros”, añadió.