Homeless latinos se verán afectados por ordenanza Denver
Una ordenanza municipal de Denver prohíbe los denominados “campamentos urbanos”, que impide usar bolsas de dormir o carpas, en lugares no autorizados y que afecta a unas 12,000 personas sin techo, entre ellas, cientos de latinos.
Denver.- La ordenanza no prohíbe dormir en la calle, mientras sea una propiedad pública, sino el uso de “estructuras” en esos lugares.
La medida entró en vigor el 28 de mayo y en los primeros cuatro meses (junio a septiembre) la policía realizó 158 operativos e interrogó o detuvo a 356 desamparados, según el informe oficial publicado el pasado 9 de octubre.
Debido a que ese reporte no incluyó datos concretos sobre los desamparados afectados, un grupo de activistas comunitarios de Denver decidió formar la coalición Denver Homeless Out Loud, que reúne a 18 organizaciones sin fines de lucro.
Durante noviembre y diciembre pasado, voluntarios de la coalición realizaron una encuesta, en inglés y en español, de personas desamparadas en el centro de Denver y en zonas aledañas, y detectaron que 600 de esos desamparados habían sido afectados por la ordenanza.
Dado que el 33 % de los desamparados en Denver son hispanos, la coalición estimó que por lo menos 200 de los “sin techo” interrogados por la policía local eran latinos.
Pero ese número podría ser mucho mayor, ya que, según el Estudio “Iniciativa de Desamparados de Metro Denver” de 2012, en la capital de Colorado residen 12,600 desamparados, y el 28 por ciento de ellos (unos 3,500) vive en la calle. Eso significa que más de 1,100 latinos se encontrarían durmiendo en la calle.
“Es un problema real cuyas dimensiones mucha gente desconoce y que mucha gente, debido a prejuicios y opiniones formadas, no entiende”, dijo a Efe Carlos Hernández, pastor de una iglesia en Aurora (al este de Denver) y coordinador voluntario de la actividad “Desayunos con los Desamparados”, los sábados por la mañana en una plaza en el centro de Denver.
“La gente cree que todos los desamparados son hombres con problemas mentales o adicciones, pero no es así. Sólo unos pocos de quienes llegan a nuestros desayunos están en esa categoría. La mayoría son personas trabajadoras e incluso familias con niños que perdieron su hogar por la crisis económica o por otras circunstancias”, explicó Hernández.
El pastor latino agregó que éste “tampoco es un problema que afecta solamente a los hispanos o a los inmigrantes. Cualquiera puede llegar a quedar desamparado en cualquier momento”.
El estudio antes mencionado indica que el 44 % de los desamparados son mujeres, y el 64 % son adultos con hijos. Además, el 25 % de estas personas perdió su hogar en los últimos doce meses y el 20 % trabaja tiempo completo.
Hernández indicó que desconoce el alcance de la ordenanza que prohíbe acampar en público, aunque sí notó una mayor presencia policial durante los desayunos.
“Está bien que sea así, ya que a veces, lamentablemente, la policía tiene que intervenir. Por nuestra parte, tenemos los permisos correspondientes y limpiamos el lugar antes y después del desayuno. No queremos dar ningún motivo para que nos impidan seguir ayudando”, declaró.
Por su parte, Denver Homeless Out Loud está trabajando con el Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Colorado en Denver para analizar los resultados de la encuesta ya realizada y para expandir ese estudio.
Según la información provista, el nuevo reporte se publicará a finales de febrero próximo.
“Ese reporte proveerá datos sobre cómo la prohibición de campamentos urbanos ha sido implementada, cómo afecta a la comunidad de desamparados, si esa medida está logrando sus objetivos y cuáles son los problemas o desafíos asociados con la implementación de esta ordenanza”, dice el comunicado de Denver Homeless Out Loud enviado a Efe.
Con esa información, la coalición buscará tanto posibles cambios legislativos como planes para nuevos servicios para las personas sin techo.