Bienvenida con marcade ‘xolofan’
TIJUANA, México. Cuatro horas antes de que iniciara el partido en el Estadio Caliente, un grupo de 60 agentes de seguridad rompieron fila después de recibir instrucciones para realizar su trabajo.
Los elementos de la agrupación policiaca encaminaron sus pasos a tomar sus respectivos puestos y el marchar de sus botas golpeteando contra el pavimento despertó a la jauría.
Decenas de perros Xoloitzcuintle comenzaron a ladrar y aullar desaforadamente ante el avance del contingente.
Los animales encerrados en perreras adyacentes al inmueble es el que la da el nombre de batalla al campeón del futbol mexicano.
Los Xolos, como los aficionados se refieren a su equipo, regresaron ayer a su casa por primera vez desde que en diciembre pasado se adjudicaron el título del Torneo Apertura 2012.
La casta de campeón, da la que ya hace gala la joven franquicia fronteriza, atrae cada dos semanas a más de 20 mil personas.
Residentes de Tijuana, Ensenada, Mexicali y puntos circunvecinos, se dan cita en la perrera más grande México para disfrutar futbol de Primera División.
Al coloso del Boulevard Agua Caliente también arribaron ayer aficionados del Sur de California para presenciar el duelo entre los Xolos y León.
La entrada al estacionamiento rápidamente fue copada por automovilistas que sin queja alguna pagaron tres dólares para acceder a la explanada.
Las avenidas contiguas al estadio se transformaron en un carnaval en el cual los seguidores de los perros aztecas desplegaban banderas rojinegras con la cara de un Xolo en el medio.
Niños tomando las manos de su padres, jóvenes estudiantes, hombres y mujeres de todas las edades se acercaban caminando al estadio unidos en un solo canto: “¡Xolos..Xolos Xolos!”.
Algunos aficionados llevaron al extremo su acto de veneración al mostrar su torso desnudo, pintado con los colores y escudo del equipo, a pesar del frío y viento helado que azotaba el lugar.
“Estamos con ellos hasta la muerte”, dijo Javier Loza, un joven estudiante de la carrera de Derecho que retó la gélida temperatura al descubrirse el pecho pintado todo de rojo y con la cara de un Xoloitzcuintle en medio.
Los visitantes al estadio no pudieron tener mejor comitiva de recibimiento.
Ataviadas con pantalones cortos ajustados, camisetas apretadas a su pecho y botas negras de tacón, las edecanes de los Xolos daban la bienvenida a los aficionados y más de un hombre suspiró ante la belleza de las jóvenes anfitrionas.
Dentro del inmueble, una fiesta llena de música, color y aromas culinarios hacía la espera del partido mucho más llevadera.
Cerveza a 2.50 dólares, refrescos por 1 .25 y tortas de carne asada a 4.50, eran los alimentos más buscados por la gente que esperaba ver a sus Xolos para brindarles una gran ovación, un recibimiento de campeón.
“¡Amo a los Xolos los amo!… exclamó Berenice Ibarra, una joven que junto a su novio asisten a todos los partidos de los Xolos.
“Es muy divertido, nos gusta venir, nos la pasamos muy bien”, apuntó René mientras abrazaba a su novia, quien sentía frío pero no por eso dejaba de alentar a su equipo.
“Vamos Xolos, vamos por otro campeonato”, gritó la joven para después ingresar al túnel que la llevó a su asiento desde donde apoya a sus queridos Xolos, al equipo de futbol que se ha transformado en la identidad de Tijuana.