Siguen grandes males
Mucha pobreza e impunidad en El Salvador 21 años después de guerra
SAN SALVADOR, El Salvador (EFE). La pobreza y la impunidad persisten en El Salvador al cumplirse ayer los 21 años de la firma de los Acuerdos de Paz que acabaron con la guerra civil (1980-1992), señaló el procurador para la Defensa de los Derechos Humanos, Oscar Luna.
Los Acuerdos de Paz fueron firmados el 16 de enero de 1992 en México por representantes del Estado salvadoreño y de la entonces guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), hoy en día el partido en el poder.
“Se terminó el conflicto armado, pero las causas estructurales que lo originaron no se han resuelto totalmente: como la pobreza, impunidad, crisis económica, inseguridad”, entre otras, dijo Luna ayer al presentar en rueda de prensa un balance sobre el cumplimiento de los acuerdos.
A 21 años del fin del conflicto armado “se puede afirmar categóricamente que nuestro país se encuentra pagando el precio de no haber seguido el rumbo que trazaron las negociaciones”, indicó.
Luna destacó que “lamentablemente muchos [de los acuerdos] todavía están incumplidos” y otros “se han cumplido a medias”.
Pidió crear una instancia interinstitucional para darle seguimiento a los acuerdos incumplidos, como la creación del foro para la concertación económica y social.
Luna, además, pidió la derogación de la Ley de Amnistía, emitida en 1993, que protege a militares e insurgentes que cometieron crímenes de lesa humanidad durante el conflicto.
El actual Gobierno (2009-2014), en manos del FMLN y presidido por Mauricio Funes, en reiteradas ocasiones ha pedido perdón por masacres y otros crímenes cometidos durante la guerra civil, pero Luna consideró que ya es tiempo de pasar a acciones concretas.
El “perdón debe ir acompañado de acciones positivas, para completar realmente el deber de investigar […], de dar respuesta” a las violaciones cometidas durante la guerra, destacó.
En tanto, el FMLN celebró ayer los 21 años del fin de la guerra con un acto en el monumento Cristo de la Paz, en la periferia sur de San Salvador.
El vicepresidente salvadoreño, candidato presidencial del FMLN y uno de los firmantes de los Acuerdos de Paz, Salvador Sánchez Cerén, aseveró durante el acto que esos convenios constituyeron “el inicio inequívoco de una transición del autoritarismo a la democracia” y que su “balance global […] debe ser netamente positivo”.
“Los cambios impulsados por el Gobierno del presidente Mauricio Funes han ido diseñando un rumbo de país que es apoyado por la mayoría de la población”, afirmó Sánchez Cerén.
Sin embargo, reconoció que el avance del país en estos 21 años “no es el fin de la conflictividad”, porque persisten los problemas sociales y económicos.