Mónica Spear desata su ‘Pasión prohibida’ en Telemundo (Video)

Cuando Mónica Spear se presentó a las primeras lecturas de la telenovela Pasión Prohibida, la relación con los dos protagonistas del melodrama era prácticamente inexistente.

A Rebecca Jones y a Jencarlos Canela, los conocía de oídas y a través de la televisión y las revistas.

“Ahora esas barreras y paredes se han caído y ya estamos más en confianza”, explica la bella actriz de 28 años de edad, unos días antes de iniciar las grabaciones en Miami.

Pero no era la única en esa situación. Para los otros dos protagonistas la experiencia era la misma. Ninguno se había visto antes.

“Cuando me dijeron que haría el protagónico con Jencarlos, me sentí feliz. ¡Es un muñeco!” expresa la exreina de belleza venezolana. “Y lo comprobé cuando la tuve enfrente: es tan perfecto como sale en televisión”.

La química, dice Spear, no sólo ha sido con Canela sino también con Jones con quien tendrá una amarga relación en el melodrama.

Pasión prohibida —que inicia mañana por Telemundo, a las 8:00 de la noche [en el espacio que deja Rosa Diamante]—, es la historia de un amor imposible, rodeada de misterio y drama.

Bianca Santillana (Spear) es una mujer que se vuelve víctima de sus propios deseos de venganza.

lmpulsada por el odio hacia su madre, Flavia Santillana (Jones) —a quien culpa por la muerte de su padre—, se casa con un viudo millonario, pero se enarmora del sobrino de este, Bruno Hurtado (Canela), lo que desata entre ellos una verdadera pasión prohibida.

Esta producción original de Telemundo Studios y grabada en Miami, Florida, es una adaptación de Juan Camilo Ferrand, guionista también de Pablo Escobar, el patrón del mal. Para Canela, saber quién era el guionista fue una gran motivación.

“Cuando me dan los libretos y leo el nombre del director, dije: ‘espérate, este es el escritor de El patrón del mal y esto es una historia de amor… Esto va a estar interesante porque no va a ser la típica historia'”.

A Spear le cautivó todo. Primero, porque su personaje es atípico a pesar de ser la protagonista “buena”.

“Ella tiene una lucha por no parecerse a su madre, quien es déspota, vanidosa y envidiosa por dinero”, explica. “Pero cada día que pasa se va pareciendo más a ella, de manera muy natural, la codicia, principalmente, es lo que más deja ver”.

Una relación muy distinta a la que en realidad lleva con su madre, aunque no siempre fue así.”Cuando era adolescente, llegué a ser un poco dura; es cuando se le alborota a una las hormonas. No había buena comunicación y bueno, ahora, que soy mamá, entendí muchas cosas y llevo una relación [con ella] que crece todos los días “.

Spear, que es madre de Maya de cuatro años de edad, cuenta que, luego de concluir las grabaciones de Flor salvaje —también un melodrama de Telemundo—, se tomó unas largas vacaciones para estar con su hija.

Revela que viajó por varios lugares y que su estancia más larga la pasó en París, en donde aprovechó para tomar clases de francés.

“Tomé clases de manera intensiva durante cuatro meses”, dice. “Siempre que termino un proyecto, me tomo un tiempo para volver y lo aprovecho para tomar clases de algo”.

Pero también para aprovechar al máximo el tiempo con su hija.

“Maya tiene una nana que es casi como su abuela y que [siempre] estará con ella”, comenta. “Porque es verdad cuando trabajo la veo poco”.

Con la mentalidad de aprender del trabajo de quienes la rodean, Spear cuenta que no le gusta trabajar bajo presión y que aprende al estar a lado de figuras como Jones.

“¡ Es un mujerón!”, expresa. “Es una mujer que cuando camina, todo el mundo se paraliza y sin hacer ella nada. Es una mujer encantadora y me voy a pegar a ella y ser como una esponja”.

Dice, sin embargo, que no se genera presión al compartir proyectos con grandes actores, porque eso no funciona en ella.