En Davos se preocupan
Muchos partieron del foro con gran intranquilidad en cuanto al futuro
DAVOS, Suiza (AP). La fragilidad de la economía mundial, la violencia incesante en Siria y las consecuencias turbulentas de varios movimientos pro democráticos en el mundo árabe fueron los temas dominantes durante los encuentros de este año entre la elite global en Davos, un foro del que muchos participantes partieron con una sensación de intranquilidad en relación con el futuro.
Incluso el amplio consenso de que hay algunas señales positivas en el frente económico “al menos en los mercados emergentes” llegó acompañado de una advertencia por parte de la directora-gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).
“No se relajen”, dijo Christine Lagarde, quien consideró que persiste el “riesgo de una recaída”.
Más de 2,500 destacados líderes empresariales, gubernamentales, académicos y civiles se reunieron durante cinco días en el Foro Económico Mundial en este complejo turístico alpino. Pero el fulgor y el glamour característicos de este encuentro que concluyó el sábado pasado se moderaron o incluso desaparecieron este año, una decisión que, según el fundador Klaus Schwab, reflejó los problemas serios que enfrenta el mundo.
Es común que los asistentes debatan entre algunos problemas políticos y otros económicos para definir el tema más relevante en Davos. Este año la economía fue sin duda el eje, con un enfoque especial en la forma de fomentar el crecimiento económico y la generación de empleos, particularmente para los jóvenes que forman parte de los 220 millones de desocupados en el mundo.
El FMI destacó que China, Africa y otros mercados emergentes podrían tener un crecimiento significativo, pero Japón, las naciones de la eurozona y Estados Unidos pasarían dificultades por un crecimiento nulo o incluso una contracción. De cara al 43 Foro, el FMI ajustó a la baja, en una décima de punto porcentual, su pronóstico de crecimiento económico global para este año, dejándolo en 3.5%.
Además de la economía, los temas que preocuparon a los asistentes en Davos incluyeron la turbulencia política creciente en el mundo árabe, el terrorismo en el norte de Africa, una serie de desastres naturales que han evidenciado la incapacidad de enfrentar el cambio climático, así como la desigualdad creciente entre los ricos y los desposeídos del mundo.
“Hace dos años, el desánimo por la estancada recuperación económica fue compensado por la euforia ante el surgimiento de la Primavera Arabe”, dijo Kenneth Roth, director general del organismo activista Human Rights Watch, entrevistado el sábado pasado por The Associated Press en la última recepción realizada en la noche.