El juvenil Judah Rodríguez, de Houston, es campeón nacional de boxeo
Un expandillero entrena a sus hijos en la cochera de su casa en Houston y a dos de ellos ya los hizo campeones nacionales en los Guantes de Plata
Los días de contrabando de drogas, adicción y crimen ya quedaron muy atrás para Paul Rodríguez. Hoy con el gimnasio que construyó en el interior de su cochera sigue preparando a sus hijos para ser campeones. Y hace unos cuantos días logró un éxito más: su hijo Judah ganó el campeonato nacional de boxeo en los Guantes de Plata.
La vida pandillera de Paul se quedó en el olvido y ahora que se dedica por completo a su familia y al boxeo junto con sus hijos está escribiendo una historia ejemplar.
La vida loca llevó a Rodríguez a la cárcel y en ese complicado periodo asegura que encontró a Dios y decidió cambiar su vida.
Esa decisión terminó marcando para siempre a la familia Rodríguez, ya que gracias al boxeo Paul pudo vencer a sus demonios y hoy sus hijos vencen a sus rivales en algunos de los escenarios más importantes del boxeo juvenil.
El deporte alejó a Paul de las malas amistades y aunque no llegó muy lejos como boxeador sí le dio la fuerza para seguir por el camino correcto. Cuando llegó el momento de compartir todo lo que aprendió en los gimnasios con sus hijos, lo hizo.
Hoy Paul y cinco de sus 11 hijos entrenan duro en la cochera de su casa, que tiene como nombre Gimnasio Conflict Boxing, buscando ser los mejores. Los niños llegan de la escuela, hacen sus tareas y se ponen a entrenar bajo la supervisión de su padre.
El duro entrenamiento está dando los resultados esperados y con la reciente conquista del campeonato nacional de los Guantes de Plata, que logró conseguir su hijo Judah Rodríguez, esta familia de pugilistas colocó su cuarto título nacional en sus vitrinas.
Judah, de 11 años, tuvo una espectacular actuación en el torneo nacional de los Guantes de Plata que se llevó a cabo en Kansas City del 1 al 3 de febrero.
El camino fue largo para Judah ya que tuvo que calificar al torneo estatal el pasado diciembre y ganar los estatales y los regionales para llegar a la competencia nacional.
“Judah tuvo que hacer muchos sacrificios, desde el pasado diciembre ha estado en competencias y fue una gran satisfacción para él ganar este torneo tan importante”, dijo Paul.
Al torneo de los Guantes de Plata llegan los mejores del país, Judah, que estuvo representando a la Región 6 de Estados Unidos, venció a los campeones de los estados de Montana y New Jersey en las fases preliminares y en la gran final derrotó a Xavien Ramírez de Pennsylvania, que era el gran favorito de la competencia.
“Nos da mucho orgullo poder traer otro campeonato nacional a Houston y a la Gulf Coast Boxing Association y poder mostrar una vez más que con duro trabajo y con Dios todo es posible”, agregó el entrenador.
Judah es uno de los 11 hijos que tiene Rodríguez y ya va siguiendo los pasos de su hermano mayor, Anthony, que también fue campeón de los Guantes de Plata en 2010 y que recientemente ganó los Guantes de Oro en Houston.
“El boxeo nos une y nos apoyamos entre nosotros para poder lograr los objetivos que nos hemos propuesto”, comentó Paul.
Los sacrificios no solamente se hacen en la cochera pegándole a las bolsas y peras, con 11 hijos no es fácil sostener un hogar así que se tienen que hacer otros sacrificios para que se pueda asistir a torneos como los Guantes de Plata.
“Nos tenemos que apretar el cinto y sacrificar muchas cosas, pero vale la pena porque confiamos en que un día vamos a lograr los sueños que tenemos”, explicó el padre.
Uno de esos objetivos es encaminar a Anthony por ahora a las Olimpiadas y ese trabajo ya ha comenzado. El próximo año el mayor de los Rodríguez brincará a la división de los mayores buscando dar sus primeros pasos en las categorías abiertas.
Este año también se espera el debut del más pequeño de los hermanos Rodríguez. Jacob cumplirá ocho años y hará su primera pelea. Israel y Jonathan también se preparan para torneos juveniles que se aproximan en los próximos meses.