Más testigos en caso Bell
Sigue juicio contra seis exconcejales
El juicio en contra de los seis funcionarios de la ciudad de Bell, acusados de actos de corrupción, continuó ayer por la mañana en una corte del tribunal Superior de Los Ángeles.
Los acusados, los cinco ex concejales Luis Artiga, Víctor Bello, George Cole, Teresa Jacobo , George Mirabal y el ex alcalde Oscar Hernández, pudieron escuchar el testimonio en su contra del exconcejal Luis Velez, quien fue el único miembro del Concejo municipal que no enfrenta cargos criminales en relación a uso inapropiado de fondos públicos, del que se les acusa al resto, así como una investigadora de la fiscalía, María Grimaldo.
Esta declaró que la primera vez que autoridades supieron de la malversación de fondos públicos de la ciudad fue a través de Bello. Según Grimaldo, este escribió una carta en el mes de mayo a la oficina de la fiscalía diciendo que en Bell ocurrían cosas inapropiadas.
Grimaldo expusó una cinta grabada de una conversación con Bello en la que él decía, “yo pedí a la ciudad el poder renunciar, quería retirarme pero me dijeron que tenia que esperar a concluir mi termino”, explicaba el ex concejal.
En la conversación grabada se puede escuchar otro fiscal interrogando a Bello sobre cuánto era su salario mensual, a lo que este respondió, “alrededor de $100,000 al año”.
El primer testigo en el juicio, que inicio a fines del mes pasado, Rebecca Valdez, una secretaria de la ciudad, identificó los reportes oficiales donde se comprobaba como los acusados habrían elevado su salario hasta en 8,000 dólares al mes, entre los años 2005 al 2008. Mientras que Velez percibía de un salario mensual de poco más de 600 dólares.
El diario Los Ángeles Times reportó que durante el juicio estuvo presente la ex asistente del ex administrador de la ciudad Robert Rizzo, Angela Spaccia.
Esta junto con Rizzo esperan juicio en su contra en el verano. Ayer, según el diario, esta solo acudió a mostrar apoyo a los otros acusados.
Spaccia enfrenta cargos criminales por corrupción, ya que esta estaba recibiendo ilegalmente un salario de 400,000 dólares anualmente.
El caso de corrupción de Bell estalló en 2010 tras revelarse que los ediles del municipio, de 2.6 millas cuadradas, devengaban un sueldo anual de 100,000 dólares por desempeñar un trabajo de tiempo parcial. Mientras que el administrador de la ciudad, Robert Rizzo, era compensado por alrededor de un millón de dólares, más del doble del salario anual del presidente Barack Obama.