Alvarado y García se dan con todo para atraerse votos
El sábado 2 de marzo es la segunda vuelta de la elección del escaño del Distrito 6 del Senado de Texas
Este sábado 2 de marzo llega la hora cero para las candidatas al senado estatal por el Distrito 6, Carol Alvarado y Sylvia García, y ambas están tirando sus mejores golpes en estos últimos rounds del combate, que ha llegado hasta las últimas instancias.
Se disputan los votos en las calles, reuniones, por teléfono y en la televisión.
Los ataques de una a la otra ya son descarados. Atrás quedó la idea vigente poco después del fallecimiento del senador Mario Gallegos, a quien ambas buscan reemplazar en Austin, de que llevarían a cabo una campaña sin enfrentamientos.
RUMBO estuvo presente durante un debate que realizaron en aquel entonces los ocho candidatos originales durante la campaña de la primera ronda. El debate fue organizado por la Houston Hispanic Chamber of Commerce en sus oficinas en el centro y la primera pregunta que hizo la candidata republicana Dorothy Olmos a García fue por qué estaba haciendo ataques personales contra Alvarado en su propaganda.
La pregunta no sentó bien a nadie en el panel y a Olmos se le señaló como imprudente. Alvarado y García se sonrieron una a la otra y ambas dijeron que sus campañas estarían dedicadas a tratar los temas que son importantes para los habitantes del Distrito 6. Sin embargo, con el correr del tiempo todo eso ha cambiado: las acusaciones y los insultos ya son a pecho abierto.
García acusa a Alvarado de “irresponsable” por no haber estado presente durante un par de votaciones relacionadas con educación en el Capitolio de Austin. Alvarado es representante estatal. Y Alvarado alega que García fue responsable del despido de policías del Condado durante su periodo como comisionada del Condado de Harris.
Golpes bajos de ambas hasta cierto punto, ya que la presencia de la representante estatal Alvarado en esas votaciones no habría marcado ninguna diferencia, los republicanos eran gran mayoría.
“La mayoría de republicanos era abismal, no era una batalla que íbamos a ganar los demócratas. Prefiero concentrarme en ayudar de otra manera a mis contribuyentes, visitar todas las escuelas de mi distrito para ver qué necesitan para mejorar”, comentó Alvarado.
En el caso de García con el tema de los policías la realidad es que en 2009 no se despidieron policías: la Corte de Comisionados congeló las nuevas contrataciones en el Departamento del Sheriff y otras áreas por cuestiones de presupuesto.
“No se despidieron a policías durante ese periodo, se tuvieron que reducir costos en varios departamentos, era necesario por la cuestión económica”, dijo García.
Las campañas de ambas candidatas en televisión durante estos últimos días antes del día de elección son agresivas y contundentes.
Alvarado acusa a García de haber aceptado dinero para asignar contratos de construcción a ciertas compañías mientras que García señala a su contrincante como una política que está en la bolsa de los republicanos.
“Carol Alvarado está tan desesperada que dice y hace cualquier cosa con tal de ser elegida. Aunque estos falsos ataques [a Sylvia García] son decepcionantes, no son una sorpresa dados el récord de fracasos de Alvarado y su carrera marcada de escándalo y vergüenza”, dijo Terrysa Guerra, manager de la campaña de García en un comunicado especial para RUMBO.
En un comunicado dirigido a RUMBO de la campaña de Alvarado se nos presentó un historial del trabajo que ha hecho su candidata a favor del Partido Demócrata durante su servicio público y una lista de funcionarios demócratas que la están apoyando, en entre ellos el exalcalde de Houston Bill White, que a la vez fue su máximo donante con $70,000 donados a la campaña de Alvarado.
“Sylvia García comenzó esta campaña con 690,000 dólares en el banco que recibió de ingenieros, arquitectos y contratistas en general por haberles cedido contratos del Condado [durante su tiempo como comisionada] y la mayoría de ellos son republicanos”, citó Marisol Valero, manager de la campaña de Alvarado.
El asunto se ha puesto tenso pero solamente los votantes dirán si estas estrategias fueron efectivas para motivarlos a hacerse presentes en las urnas o si no les interesó demasiado el duelo de estas ‘gladiadoras políticas’.