Misión rojiblanca:¡Dejar huella!

Un par de millas antes de llegar al Home Depot Center de la ciudad de Carson se puede observar una enorme marquesina que proyecta una gráfica luminosa de los jugadores del Galaxy de Los Ángeles levantando la copa de campeones de la MLS.

El año que entra, en estas mismas fechas, Giovani Casillas espera que la imagen en la marquesina sea la de él.

“Claro que me veo ahí”, afirmó Casillas, delantero que llegó del Club Guadalajara para reforzar esta campaña a Chivas USA.

Pero el peso de hacer que el Rebaño angelino se convierta en protagonista de la MLS no recaerá solamente en el joven de 19 años de edad.

Con Giovani, también procedentes de Chivas, llegaron Mario de Luna, quien juega como defensa, y el mediocampista Édgar “Chore” Mejía.

Después del último partido de pretemporada que sostuvieron el sábado pasado en una de las canchas de práctica del Home Depot Center, y el que ganaron 5-1 al LA Blues, los tres jugadores hablaron sobre la nueva experiencia que están viviendo en su carrera profesional.

“El vivir aquí, en una cultura diferente, ha sido un cambio radical para mí y para mi familia”, admitió Mejía, quien tiene mes y medio de haber arribado a Los Ángeles.

“Lo más difícil para mí es el haber dejado la familia, los amigos, la escuela y prácticamente empezar de cero”, comentó Casillas, quien el sábado anotó dos goles y que se coronó campeón con la selección mexicana Sub-17 en el Mundial de 2011.

“Estoy contento, aunque es difícil cambiar de país, de cultura, aprender un idioma nuevo, pero todo se recompensa con venir a hacer lo que más nos gusta, que es jugar futbol”, apuntó De Luna.

A Mejía, Casillas y De Luna los une el cordón umbilical de haber nacido en la cantera del Guadalajara, pero en cuanto a personalidad son totalmente diferentes.

Casillas es un adolescente cuyo rostro todavía irradia inocencia, a quien le gusta matar su tiempo libre frente a su consola de PlayStation disfrutando la acción de los videojuegos.

Mejía, con la barba crecida, es un responsable esposo y padre de familia que muestra gran facilidad de palabra para expresar sus sentimientos y responder los cuestionamientos que se le hacen.

De Luna es introspectivo, serio, un hombre que no interviene en la conversación a menos de que se le haga una pregunta de manera directa y al que las sonrisas no se le dan mucho.

A pesar de que su forma de ser es muy distinta, los tres jugadores coinciden en la idea de que su labor es ayudar en la cancha para hacer que el nombre de Chivas trascienda y suene con fuerza en la MLS.

“Chivas, a nivel mundial, es muy conocido, y a todos nosotros nos queda muy claro el peso y la responsabilidad que significa portar esta camiseta aquí en Estados Unidos”, explicó Mejía al tiempo de sentirse comprometido a representar con orgullo los colores rojiblancos.

“No cualquiera juega aquí, no cualquiera se adapta a la filosofía de lo que Chivas significa y el peso que tiene en la sociedad. Lo que buscamos es que la gente de este país se identifique con el equipo de la misma forma que sucede en México”, añadió.

Mientras Mejía externaba sus comentarios, Casillas dejaba escapar sus ansias de joven jugando con un balón al que, una y otra vez, hacía pasar sobre sus hombros y De Luna se mantenía a la expectativa.

En aras de conocer un poco más sobre sus gustos y su adaptación a la vida en los Estados Unidos, los tres jugadores soltaron a reír cuando se les preguntó: ¿McDonald’s o Burger King, cuál les gusta más?

Tras las risas, y como buen trío, contestaron al mismo tiempo: “Ensaladas”.

“Somos atletas de alto rendimiento y debemos mantener una alimentación sana para poder rendir lo mejor posible en la cancha”, dijo Mejía, quien condujo la plática con la misma efectividad y autoridad con la que conduce el balón en la media cancha.

El sábado, los tres canteranos del Club Guadalajara debutarán en la MLS cuando reciban en el partido inaugural de la temporada 2013 al Crew de Columbus, y una victoria representaría para Chivas USA la instalación del primer foco en la gran marquesina donde las imágenes de los campeones brillan en todo lo alto.