Jurado aún no decide
El caso Bell por corrupción de funcionarios, sigue en espera
En el día once de deliberaciones sobre el caso Bell tampoco salió humo blanco de la sala del jurado.
El próximo lunes, el juicio contra seis ex funcionarios de esa ciudad, quienes elevaron su salario a casi 100,000 dólares anuales por un empleo de medio tiempo, entrará a su octava semana. La jueza Kahleen Kennedy sugirió ayer que se acercaba el veredicto del jurado, pero nada pasó.
El panel pidió el miércoles al secretario del tribunal el testimonio escrito de María Grimaldo, investigadora de la Procuraduría del condado de Los Ángeles (DA) y quien compareció el 6 de febrero.
Grimaldo declaró entonces que el ex concejal Víctor Bello, uno de los acusados, alertó a las autoridades en por lo menos tres ocasiones sobre lo que pasaba en ese ayuntamiento, antes de revelar a los fiscales en 2010 sobre los exorbitantes sueldos que devengaban él y sus colegas.
Además, el grupo solicitó cinco documentos referentes a los salarios de las autoridades. Para agilizar el debate, pidieron seis copias de los reportes.
El jueves, el jurado requirió una explicación legal a Kennedy y luego le mandaron una nota preguntando si los ediles sólo podían recibir un sueldo por asistir a las reuniones de la Autoridad de la Vivienda Comunitaria de Bell o si también les podían pagar por otras tareas. El Código de la Ciudad establece que únicamente deben cobrar 50 dólares por cada reunión y que no deben exceder cuatro por mes.
Los abogados del ex alcalde Óscar Hernández y los ex concejales Bello, Luis Artiga, George Mirabal, Teresa Jacobo y George Cole han recalcado que el “extenso” trabajo social que hicieron sus clientes fuera del edificio de la Alcaldía justificó dicho aumento salarial.
El debate del panel fue interrumpido la semana pasada por la expulsión de un integrante del grupo, una mujer de 60 años, que indagó y comentó sobre el juicio fuera del tribunal, y mintió a sus colegas sobre que había recibido asesoría de un abogado.
Si los seis ex funcionarios son encontrados culpables podrían pasar tiempo tras las rejas.
El escándalo de Bell estalló en 2010. Un juicio separado iniciará en unos meses contra el administrador Robert Rizzo y su asistente Angela Spaccia, por malversación de fondos y otros cargos.