Las calorías líquidas de las sodas son innecesarias
calorías de refrescos son un enemigo de la dieta
MÉXICO, D.F. Si estás tratando de perder peso rápidamente, tu peor enemigo son las calorías líquidas, incluyendo refrescos, jugos, bebidas energéticas, aguas endulzadas o café latte.
Las investigaciones muestran que los líquidos no satisfacen tanto como los alimentos sólidos y la gente no come menos al realizar dietas líquidas.
Las bebidas destiladas siempre aportan más calorías porque tienen mayor graduación alcohólica. Además, hay bebidas que tienen azúcar (como los vinos dulces o los espumantes) que suman otras tantas calorías también.
La cerveza no es la bebida que más calorías tiene debido a que es de menor graduación alcohólica, afirma Mariana Cuevas, nutrióloga.
“El whisky, por ejemplo, tiene un promedio de 250 calorías en 100 mililitros. Lo que incide en el caso de la cerveza es que ésta se toma en mayor cantidad”, detalla Cuevas.
Otra opción son los tragos de jugo de fruta con vodka. El vodka aporta unas 130 calorías cada 100 mililitros, sin contar el azúcar de la fruta. Al ser ésta tan dulce, se siente menos el gusto del alcohol y se toma más cantidad”, expresa.
De acuerdo con MayoClinic.com, reducir las calorías líquidas puede ser más eficaz para perder peso que reducir el mismo número de calorías de la ingesta de alimentos sólidos.
Un estudio en 2009 que involucró a 800 mujeres y hombres adultos entre las edades de 25 y 79 años descubrió que las personas que reducían 100 calorías todos los días de la ingesta de líquidos por lo general tenían un mayor índice de pérdida de peso que aquéllas que reducían el mismo número de calorías de la ingesta de alimentos.
La pérdida de peso promedio, a 18 meses del inicio del estudio, fue de 0.5 libras (0.22 kilogramos) para los que redujeron las calorías de los líquidos y 0.1 libras (0.045 kilogramos) para los que redujeron las calorías de los alimentos sólidos.
¿Cómo funciona la absorción? Gran parte del alcohol que ingerimos se absorbe a nivel del estómago, mientras que el resto se absorbe a nivel del intestino delgado, asegura Mariana Cuevas, nutrióloga.
“El aporte calórico del alcohol [que son siete calorías por cada gramo] se produce antes que el aporte calórico de la comida en sí misma, ya que a la comida le lleva más tiempo la digestión”, dice Cuevas.
“Cuando el cuerpo tiene disponibles las calorías del alcohol antes, utiliza primero esa fuente calórica. Por ende, después ya no necesita usar las calorías que vienen de las comidas [de los hidratos de carbono y las grasas]”, añade.
El alcohol se transforma en un sustituto de fuente calórica y, por lo tanto, no se usa la grasa como combustible, produciéndose entonces el almacenamiento de grasa que se guarda como tejido adiposo.