Bandas ‘paras’ en fase final

Gobierno de Colombia dice que están "en proceso de desaparición"

El ministro de Defensa de Colombia, Juan Carlos Pinzón, dice  que las grandes bandas criminales paramilitares están desapareciendo.

El ministro de Defensa de Colombia, Juan Carlos Pinzón, dice que las grandes bandas criminales paramilitares están desapareciendo. Crédito: EFE

BOGOTÁ.- El ministro de Defensa de Colombia, Juan Carlos Pinzón, dijo ayer que las grandes bandas criminales herederas de las estructuras paramilitares están “en su fase final” y ahora quedan 300 unidades reducidas en las principales ciudades del país.

El ministro explicó que las grandes “bacrim”, como llama el Ejecutivo a las bandas criminales que derivan de las desmovilizadas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y de los carteles de Medellín y Cali están “en proceso de desaparición” por la presión de las autoridades.

“Lo que son las grandes ‘bacrim’, de influencia nacional, están en su fase final, organizaciones que afectan la convivencia ciudadana. Lo que ha quedado son los rezagos de esas bandas que se dedican al microtráfico y a la microextorsión”, dijo el ministro en declaraciones a la emisora radial RCN.

“Hay cerca de 300 bandas identificadas en ciudades y regiones. Si antes 27 controlaban a nivel nacional, ahora estas pequeñas bandas atomizadas intimidan a nivel local”, agregó al explicar que de las grandes estructuras restan Los Urabeños, todavía con fuerza, y algunos miembros de Los Rastrojos.

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, había asegurado la semana pasada que Los Urabeños son la única organización narcotraficante y de extorsión que resiste la ofensiva del Estado y mantienen su “influencia a nivel nacional”.

Este grupo organizó en enero de 2012 un paro armado, que impedía el tránsito de vehículos bajo amenazas y que paralizó la zona norte del país durante semanas, con mayor incidencia en la ciudad caribeña de Santa Marta.

La encargada de combatir a estos grupos hasta ahora ha sido la Policía, mientras que el Ejército se ha centrado en la persecución del ELN y las FARC, guerrilla que negocia la paz con el Gobierno colombiano desde noviembre de 2012 en La Habana.

No obstante, el ministro consideró hoy que “la problemática criminal y delincuencial requiere de la fuerza militar”, en alusión a uno de los puntos contenidos en el proyecto de Ley Estatutaria para la reforma constitucional del Fuero Militar, que establece nuevos objetivos para las Fuerzas Militares en las bandas criminales.

Las bandas criminales, surgidas en Colombia tras el proceso de desmovilización de los paramilitares en 2006, son la principal fuente de violencia en este país, según la Corporación Nuevo Arco Iris.

En un informe presentado recientemente, la ONG denunció que estos grupos neoparamilitares se expandieron entre 2011 y 2012 al consolidar su presencia de 209 a 337 municipios.

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