Empieza juicio por implantes

Más de 5,000 víctimas, 300 abogados y cinco acusados protagonizaron en Francia la apertura del proceso por las prótesis mamarias defectuosas.

MAR106 MARSELLA (FRANCIA) 17/04/2013.- Jean-Claude Mas (c), fundador de la empresa Poly Implant Prothése (PIP), a su llegada a la sala del tribunal de Marsella que le juzga, en el sur de Francia, hoy, miércoles 17 de abril de 2013. Cinco dirigentes de la empresa francesa que fabricaba los implantes mamarios PIP, para los que supuestamente empleaban un gel industrial no autorizado, se enfrentan desde hoy a un juicio que examinará 5.127 denuncias. EFE/Guillaume Horcajuelo

MAR106 MARSELLA (FRANCIA) 17/04/2013.- Jean-Claude Mas (c), fundador de la empresa Poly Implant Prothése (PIP), a su llegada a la sala del tribunal de Marsella que le juzga, en el sur de Francia, hoy, miércoles 17 de abril de 2013. Cinco dirigentes de la empresa francesa que fabricaba los implantes mamarios PIP, para los que supuestamente empleaban un gel industrial no autorizado, se enfrentan desde hoy a un juicio que examinará 5.127 denuncias. EFE/Guillaume Horcajuelo Crédito: authors

PARíS, Francia.— Más de 5,000 víctimas, 300 abogados y cinco acusados protagonizaron ayer en Marsella (sur de Francia) la apertura del proceso por las prótesis mamarias defectuosas, un “macrojuicio” por estafa contra los creadores de estos implantes que más de 80,000 mujeres llevaron en todo el mundo hasta su prohibición en 2010.

El juicio, que tiene una duración prevista de un mes, se abrió después de que los magistrados rechazaran la demanda de uno de los acusados de anulación del proceso por un problema de procedimiento.

En el centro de todas las miradas el principal acusado, Jean-Claude Mas, propietario y fundador en 1991 de la empresa Poly Implant Prothèse (PIP), que llegó a ser durante año el cuarto productor mundial de implantes mamarios.

En buena medida gracias a su bajo precio, ya que estaban fabricadas con un gel no autorizado, un derivado de una silicona industrial diez veces más barato que los productos homologados.

Con ese procedimiento, que con ayuda de los empleados de la empresa ocultó a las inspecciones sanitarias, PIP logró un ahorro de un millón de euros anuales, según la acusación.

Y levantó un imperio asentado primero en Francia, pero que con el tiempo miró fuera de las fronteras galas, donde obtenía el 84 % de su facturación, esencialmente en América Latina, donde en países como Venezuela se calcula que 33,000 mujeres se implantaron sus prótesis.

Una maquinaria que funcionó hasta que los médicos detectaron un elevado porcentaje de ruptura de los implantes PIP, lo que llevó a abrir una investigación que sacó a la luz la estafa.

El fundador de la empresa, descrito por sus empleados como un “dictador”, defiende que el gel que él inyectaba en sus prótesis era mejor que el homologado y más barato y asegura que no tenía ningún riesgo para la salud.

Un argumento que los servicios de inspección médica no han podido rebatir, ya que por el momento no han demostrado que los implantes PIP tuvieran consecuencias sanitarias.

Aunque sí que han detectado que un alto porcentaje de ellas presentaban anomalías, lo que hacía más sencillo que se rompieran o que supuraran.

Mas no ocultó en sus interrogatorios ante la policía que utilizaba su propia silicona, lo que le llevó a pasar varios meses en prisión por negarse a pagar la fianza arguyendo no tener liquidez.

Un argumento que repitió hoy ante el tribunal, donde aseguró que sus únicos ingresos son los 1,700 euros que cobra de pensión, una declaración recibida con pesadumbre en la sala donde asisten al proceso decenas de afectadas, que piden ser indemnizadas por los daños sufridos.

Sus esperanzas de cobrar chocan contra las declaraciones de los abogados de Mas, que aseguran que está en la ruina, con su empresa en quiebra.

Un argumento que no cree la acusación particular, que no se explica dónde ha pasado el dinero amasado durante una década y que sospecha que puede estar a buen recaudo en cuentas abiertas en Venezuela o en Costa Rica.

En esta nota

Francia implantes juicio Marsella Venezuela
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain