No desisten en regular armas
Grupo promete seguir lucha pese a un primer fracaso
WASHINGTON, D. C. El presidente Barack Obama y sus aliados dijeron que persistirán en sus esfuerzos parar reducir la violencia derivada de las armas de fuego a pesar del rechazo en el Senado a imponer nuevas restricciones y ampliar las revisiones de los antecedentes de quienes quieran comprar un fusil o una pistola.
Sin embargo, la Asociación Nacional de Portadores de Armas (NR) se interpone en su propósito de lograr este año que se conviertan en ley nuevas, en tanto que los partidarios de las medidas parecen desconcertados ante lo que se necesita para que prosperen en el Congreso. El senado tiene previsto someter a votación otras dos enmiendas a una iniciativa para el control de armas. Una, la que propuso el senador John Barrasso, republicano de Wyoming, prevé que se reduzca la asistencia a los estados y gobiernos locales que faciliten información sobre quiénes posean armas de fuego. Otra, de los senadores Tom Harkin, demócrata de Iowa, y Lamar Alexander, republicano de Tenesí, prevé impulsar los programas de salud mental.
Apenas a cuatro meses después de que un individuo armado asesinara a 20 niños y a seis adultos en una escuela primaria de Newtown, Connecticut, el Senado mostró el pasado miércoles su indisposición a aprobar los elementos cruciales que propuso el presidente Barack Obama para regular la venta de armas en reacción a esa matanza.
Los legisladores rechazaron que se ampliaran las revisiones de los antecedentes de los compradores y que se prohibieran las armas de asalto y los cargadores de gran capacidad, en una decisión difícil de asimilar para los simpatizantes del control de armas que habían pensado que la tragedia en Newtown alentaría la actuación del Congreso. Al final, dio una victoria a la NRA y propinó una derrota al mandatario.
“Yo veo esto simplemente como el cartucho de la ronda uno”, dijo el presidente en la Casa Blanca, rodeado de parientes de víctimas de Newtown y de la ex representante Gabrielle Giffords que fue gravemente herida en un ataque a tiros en Arizona.
En una proyección hacia los comicios legislativos de 2014, el presidente afirmó: “Si este Congreso se rehúsa a escuchar al pueblo estadounidense y a aprobar una legislación sobre armas que tenga sentido común, entonces el verdadero impacto tendrá que venir de los electores.”