Lindsay Lohan sufre por falta de medicamento
La actriz, que se encuentra en rehabilitación de nueva cuenta, afronta el retiro de medicamentos para el déficit de atención, lo que merma su estado de ánimo.
Aunque la controvertida actriz ya ha atravesado en varias ocasiones la experiencia de estar recluida para tratar sus adicciones, su actual estancia en la clínica Betty Ford de California se habría convertido en esta ocasión en todo un calvario para ella, ya que los médicos del centro le habrían retirado unas pastillas para combatir el déficit de atención que la intérprete venía tomando desde hacía unos años. Los allegados más íntimos de Lindsay temen que, a partir de ahora, la joven artista carezca de la energía necesaria para completar exitosamente su recuperación en el centro donde está ingresada.
“A diferencia de otras estancias en rehabilitación, que fueron de una forma u otra voluntarias, esta vez Lindsay no quiere someterse al tratamiento que se ha visto obligada a seguir por orden del juez. Sus allegados la ven muy decaída y desanimada, una actitud que no solo se ve motivada por su estado de ánimo, sino también por la prohibición de tomar la medicación que le ayudaba a atenuar el síndrome de déficit de atención que padece”, reveló un miembro de su círculo cercano al portal RadarOnline.com.
Por otro lado, buena parte de las amistades de Lindsay está convencida de que la estrella de cine no resolverá de la noche a la mañana sus problemas con los estupefacientes al estar internada en un centro médico, ya que su trayectoria demuestra que sus estancias en rehabilitación no han tenido el efecto que se esperaba de ellas a largo plazo.
“Esta no es la primera vez que Lindsay ha sido internada en una de estas clínicas, y los resultados de todas sus etapas en centros de desintoxicación han arrojado resultados positivos pero siempre temporales. Creo que ella ha empezado a asumir que su vida siempre será un círculo vicioso en la que primero se deja llevar por sus impulsos, luego se recupera en estas instalaciones, y después puede volver a hacer lo que le venga en gana. Sin embargo, también es cierto que en esta ocasión el encierro le ha sentado mucho peor que en experiencias anteriores, tanto física como anímicamente. La vemos siempre muy desarreglada y apática”, expresó el mismo informante.