Karla Cervantes encuadra su vida

La vida de Karla Cervantes está llena de contrastes.

Pasó de ser modelo de comerciales a querer ser una monja consagrada, interés al que le dedicó un año. Después incursionó en la conducción en un show matutino para señoras, Mujeres en TVC; y desde hoy se trasmitirá en este país su primer personaje en una serie juvenil.

“Lo que pasa es que toda mi vida estuve en un ambiente totalmente católico”, explicó la actriz mexicana sobre sus cambios radicales.

Pero eso no la desmotivó a debutar en comerciales desde niña y mucho menos a estrenarse como villana en la serie 11-11 En mi cuadra, nada cuadra de Nickelodeon Latinoamérica.

Esta gira en torno a Kike, un joven que se muda a un misterioso edificio, el 11-11; y cuando se duerme se transforma en Enrique, quien es seis años mayor que él, desatando aventuras para el joven y aquellos que lo rodean.

En su rol como la villana Virginia, dijo, hará reír a los televidentes de este país que podrán ver este show por cable.

“Ella llega a vivir en el mismo edificio y conoce a todos y hace su ‘despapaye’ [desorden]. No soporta a Sandra [la protagonista] y hace sus maldades pero todo le sale al revés. Es comiquísima, me visten de todo”, dijo aclarando que el odio que siente por Sandra no se debe a que Virginia esté enamorada de Kike.

Todavía asombrada por conseguir uno de los “grandes sueños” de su vida al ser parte de un show de comedia orientado a los adolescentes, recordó como hizo un reel, para demostrar sus dotes actorales en una agencia que la desconocía y estaba haciendo el casting para esta serie. Dos días después, fue llamada y obtuvo el papel.

Meses más tarde se mudó a Miami para grabar la serie del pasado julio hasta octubre. Desde febrero de este año reside en Los Ángeles donde está estudiando en el Howard Fine Acting Studio.

“Me encantaría hacer televisión y cine americano”, dijo la exalumna del CEA (Centro de Educación Artística) de Televisa y no descarta la posibilidad de ser parte de las telenovelas de la empresa mexicana.

Curiosamente, dijo que en su país la conocen, pero no como actriz, sino por las múltiples campañas publicitarias en las que ha participado.

“En México me conocen por los comerciales. Mi cara es muy conocida, aunque no sepan mi nombre”, dijo quien debutó en la televisión a los ocho meses de edad en un comercial de una marca de pintura automotriz.

Con su nuevo personaje, espera inspirar a los espectadores televisivos.

“Yo soy una persona con mucha sensibilidad y me di cuenta que siendo una persona positiva puedo dejar algo positivo en la juventud”, enfatizó la originaria de la Ciudad de México.

Mientras cursaba la universidad conoció al dibujante, Francisco Herrera, quien la motivó a cambiar el rumbo de su vida y dedicarse a lo que realmente la apasionaba.

“Quiero motivar a todas las personas a que hagan lo que más les gusta… Creo que lo sabía perfectamente pero no quise aceptarlo. Era más que evidente [mi interés de ser actriz], me ponían enfrente de una cámara y era felicidad total. Por eso no hay que tener miedo ir tras sus sueños”, aseguró quien dijo ser más fanática de la pantalla grande que de la chica.