Cuidan bien al Tricolor
RÍO DE JANEIRO. Después de abrir la puerta al entrenamiento del jueves, tarde libre y cena fuera del hotel, ahora la selección mexicana volvió a concentrarse al máximo para su debut en Confederaciones.
Con un retraso de casi 120 minutos de la hora que se programó originalmente para entrenar, el Tricolor salió de su hotel en la Avenida Niemeyer, en la zona de Leblón, para realizar su práctica en el Estadio Sao Januario.
La demora se debió al intenso tránsito en varias arterias de esta ciudad, principalmente en calles de la ruta del equipo mexicano a la casa del Vasco da Gama.
Esta vez la decisión del cuerpo técnico mexicano fue la de entrenar a puerta cerrada para parar al 11 que estará en la cancha del Maracaná mañana ante Italia.
A su salida del hotel recibieron el respaldo de una decena de aficionados, entre ellos mexicanos que esperaron más de tres horas afuera del inmueble para ver a los futbolistas, aunque se toparon con la nula atención por salir ya con retraso al entrenamiento.
Giovani dos Santos, Gerardo Torrado y el técnico, José Manuel de la Torre, solo saludaron de lejos a los seguidores del Tri, al instante de abordar el autobús.
Mañana por la noche, tras jugar contra Italia, el Tri tendrá una cena en un restaurante en el Pan de Azúcar, uno de los atractivos naturales más visitados y llamativos en Río de Janeiro.