Elijah Wood pasa de Frodo a asesino sangriento

El actor habla de su perturbador papel de asesino en Maniac, remake de una cinta de terror de 1980 que ahora protagoniza la estrella de The Lord of the Rings.

Elijah Wood, que alcanzó la popularidad gracias al papel de Frodo, estrena 'Maniac'.

Elijah Wood, que alcanzó la popularidad gracias al papel de Frodo, estrena 'Maniac'. Crédito: AP

“Incluso la persona más pequeña puede cambiar el destino”, le dijo Galadriel (Cate Blanchett) a Frodo (Elijah Wood) en The Lord of the Rings: The Fellowship of the Ring.

Aquélla bien podría haberse referido a la carrera de Wood, que alcanzó un triunfo estratosférico después de que la trilogía de The Lord of the Rings se convirtiera en una fenómeno mundial.

El actor, de 32 años, es la estrella de Maniac, un “remake” de la cinta de terror del mismo título, estrenada en 1980 que se distancia de los filmes de terror convencionales.

Wood da vida a Frank, un restaurador de maniquíes que también resulta ser un asesino con complejos maternales que avergonzarían al mismo Norman Bates de Psycho.

El joven actor nacido en Iowa y que ha intervenido en cintas como Back to the Future Part II, en la que debutó, Avalon, Radio Flyer, Forever Young, The Ice Storm y Deep Impact—, reveló las razones del por qué aceptó intervenir en Maniac, que se estrena este viernes y también está disponible On Demand, de los efectos de haber dado a Frodo y de si aparecerá o no en las próximas entregas de The Hobbit.

Frank es un asesino en serie nada convencional…

Sin duda. Mi interés inicial [en darlo vida] fue la idea original: encarnar a un personaje a quien se sigue desde su punto de vista, por lo que [el espectador] sólo ve sus reflejos. Me pareció una idea excelente. Sí, es un “remake”, pero está hecho de una forma completamente distinta. Dar vida a un asesino al que la audiencia observa desde su propio punto de vista es algo que perturba e incomoda al espectador. Mi personaje es distinto al villano tradicional y unidimensional.

¿Eras un fan de la cinta original?

Nunca la había visto y ni siquiera sabía que existía. No la vi hasta que empezamos el rodaje de ésta. Me esperé porque sabía que Joe Spinell [el actor que dio vida al asesino en el primer Maniac] lo encarnó de forma muy peculiar, y no quise que eso me influyera.

Parece que Frank solo mata a mujeres que no tienen auto y usan el transporte público…

[risas] ¡Eso es hilarante! Supongo que así son más vulnerables. Es una observación interesante, cuando consideramos que la acción sucede en Los Ángeles…

La mayoría de la película está rodada desde el punto de vista de Frank. ¿Estuviste presente en el rodaje todo el tiempo?

Sí. Siempre estuve detrás de la cámara, y si un personaje lanzaba un objeto a Frank, yo lo agarraba. Fue una actuación creada de tres partes: una porción fue desde su punto de vista, otra fueron sus reflejos y el resto fueron la experiencias alucinatorias que sufre cuando mata.

La música tiene un toque electrónico que me recordó a ‘Drive’ o ‘Trance’. Tú eres un DJ. ¿Aportaste alguna idea?

Creo que comenté al principio que la música debería ser liderada por sintetizadores. Me encantan esas bandas sonoras de finales de los años 70 y principios de los 80. Pero [el director] ya había pensado en eso.

¿Qué clase de música pones cuando eres DJ?

Pongo mucha variedad, desde soul y funk clásicos, a música psicodélica internacional africana, brasileña o francesa. También new wave y disco. Supongo que depende de lo que dicte esa noche el club o cómo me sienta en ese momento.

La violencia en ‘Maniac’ es perturbadoramente realista.

El maquillaje es muy bueno… grotesco, incluso. Lo hicieron [el mismo equipo] que colabora con Robert Rodríguez y Quentin Tarantino. Es importante que sea realista. Es muy intenso porque está visto desde su punto de vista [del asesino]: eso es lo que lo hace algo más visceral y real.

Hay una escena en la que una mujer le comenta a Frank que tiene novio, incluso después de haber salido con él en varias ocasiones. ¿Cuál sería tu reacción si algo así te sucediera a ti?

La película lo cuenta todo desde su perspectiva, así que es posible que percibamos una conexión [entre los dos] algo más fuerte de lo que realmente es. Pero si eso me pasara a mí, tras pasar un par de noches con una mujer, mis expectativas serían que ella está soltera, así que me enfadaría algo… De hecho me pasó a mí una noche. Estaba con alguien, noté algo extraño. Y su reacción fue: “¿cuál es el problema?”. Así que entiendo algo la reacción de Frank.

Cuando escribas tus memorias en 50 años, ¿cuáles serán tus recuerdos de haber trabajado en ‘Lord of the Rings’?

Me acordaré de haber trabajado y vivido en Nueva Zelanda y de haber hecho amistades increíbles que siguen conmigo. No hay un recuerdo especial, porque fue mucho tiempo.

Apareciste brevemente en ‘The Hobbit: An Unexpected Journey’. ¿Te volveremos a ver en los dos filmes de ‘The Hobbit’ que quedan?

¡Se acabó! Frodo sólo aparece al principio de la primera película. Se trató de un truco del viejo Bilbo [Ian Holm], para contar sus aventuras. Ese es el único lugar donde Frodo podía existir, porque cronológicamente está muy lejos de lo que sucede en The Hobbit. Así que eso es todo. Esa fue la última vez que veremos a Frodo.

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