Videos y textos hunden a futbolista Aarón Hernández

ATTLEBORO, Mass. – En los minutos finales de su vida, mientras alegadamente viajaba junto al futbolista Aarón Hernández, el joven Odin Lloyd envió una serie de mensajes de texto a su hermana:

“¿Viste con quién estoy?”, decía el de las 3:07 a.m.

“¿Con quién?” le respondió ella.

“NFL“… “Sólo para que sepas“.

Y esos fueron los últimos dos mensajes que a las 3:23 de la madrugada del 17 de junio recibió la mujer. Horas después le dieron la noticia de que Lloyd apareció muerto cerca de la residencia de quien hasta ayer era una de las estrellas de los Patriotas de Nueva Inglaterra en la NFL, el futbolista de origen puertorriqueño Aarón Hernández.

Según la fiscalía, que ayer sometió cargos por asesinato contra Hernández, el jugador semiprofesional Lloyd fue ejecutado porque alegadamente había hablado con personas no gratas en un club. Así supuestamente lo evidencian testimonios, mensajes de texto, información recopilada a través de torres de celulares y videos de diversas cámaras de vigilancia.

Sin embargo, el abogado de Hernández, refutó esos comentarios y enfatizó en que de todo lo que hablaba la fiscalía era de evidencias “circunstanciales” y pidió que el futbolista de 23 años fuera liberado bajo fianza, lo que no le fue concedido. Este jueves, regresan al tribunal a solicitar una reconsideración.

Si resultara culpable del cargo de asesinato más otros cinco cargos en su contra por posesión de armas, Hernández se expone a cadena perpetua, sin derecho a libertad bajo palabra.

Lloyd, futbolista semiprofesional de 27 años, llegó a jugar con los Boston Bandits. Conocía a Hernández hacía cerca de un año porque fue novio de la futura cuñada del exjugador de los Patriots.

Según el fiscal Bill McCauley, el 14 de junio Lloyd y Hernández fueron juntos al club “Rumor”. Se alega que este último estaba molesto porque supuestamente su amigo estaba hablando con personas con las cuales el exjugador de los Patriots había tenido problemas en el pasado.

El fiscal añadió que dos días después, Hernández envió mensajes de texto a dos amigos, que no fueron identificados ayer corte, en los cuales se alega les pedía que avanzaran a llegar de Connecticut a Massachusetts. A las 9:05 de la noche, ese mismo día, Hernández llamó a Lloyd para pedirle que se juntaran para compartir.

Videos de cámaras de seguridad instaladas en la residencia del exjugador de los Patriots muestran la llegada de los amigos de Hernández y luego se ve al hoy confinado sosteniendo un arma de fuego mientras, según los testimonios recopilados por la fiscalía, decía que estaba muy molesto porque ya no podía confiar en nadie.

A la 1:12 de la madrugada del 17 de junio, las cámaras de seguridad muestran a Hernández subiendo a un vehículo rentado, un Altima plateado de la Nissan. Torres de servicio celular ubican al trío moviéndose a una estación de venta de gasolina fuera de la autopista, donde se alega que el exjugador compró goma de mascar azul, de la marca Bubblicious.

A las 2:32 de la madrugada, el trío llegó a la casa de Lloyd, a las afueras de Boston, y le avisaron a través de un mensaje de texto que lo estaban esperando afuera. El joven salió y subió al auto.

De ahí en adelante, distintas cámaras de vigilancia muestran a quien los fiscales identifican como Hernández, manejando el Altima por Boston.

Durante ese recorrido fue que Lloyd envió los mensajes de texto a su hermana. Según la cronología de la noche preparada por la fiscalía, los videos de vigilancia ubican el Altima entrando a un parque industrial a las 3:23 de la madrugada, tomando luego un camino sin pavimentar cerca del cual apareció el cadáver de Lloyd.

Empleados que trabajan cerca del lugar testificaron que escucharon ruidos parecidos a disparos.

A las 3:27 de la madrugada, el Altima plateado volvió a reaparecer en las vías principales. Mientras, el cuerpo de Lloyd quedaba en el pavimento, con múltiples heridas de bala, calibre .45.

Las autoridades no revelaron quién disparó y tampoco dijeron quiénes son esos dos amigos que Hernández.

Sí se mencionó en el tribunal que a las 3:29 de la madrugada, las cámaras de seguridad de la residencia de Hernández lo muestran llegando y caminando con un arma en la mano. Uno de sus amigos también aparece armado. Sin embargo, el sistema de seguridad dejó de funcionar por las próximas 6 a 8 horas.