Alex Rodríguez espera su turno

NUEVA YORK (AP).— De Ryan Braun se pueden aprender muchas lecciones.

Una de ellas es no jugársela como lo hizo Aaron Rodgers con el toletero de los Cerveceros de Milwaukee, la primera cabeza en rodar en la trama de dopaje de la clínica Biogenesis.

En febrero de 2012, Rodgers, el estelar quarterback del equipo de Green Bay, defendió a capa y espada a su amigo Braun en Twitter tras un positivo por elevados niveles de testosterona.

Rodgers estaba tan seguro de la inocencia de Braun que le respondió a un fanático que le apostaba todo el salario de una temporada.

No se ha escuchado nada de Rodgers desde que el lunes trascendió que Braun llegó a un acuerdo con Grandes Ligas para aceptar una suspensión por el resto de la temporada sin recibir paga.

Alex Rodríguez es el otro pez gordo en la investigación, y la decisión de Braun de aceptar ser sancionado 65 juegos y perder un poco más de 3 millones de dólares en salarios es la peor noticia que pudo haber recibido el antesalista de los Yanquis de Nueva York.

Era bien sabido que cualquier estrategia a la hora de los recursos de apelación buscaría minar la credibilidad de Anthony Bosch, el individuo que administraba Biogenesis y que aceptó cooperar con los investigadores de Grandes Ligas, entre los cuales se encuentra un exdirector del Servicio Secreto de Estados Unidos.

Braun esencialmente vio las pruebas recabadas, consideró que no tenía escapatoria y buscó un acuerdo que le permita volver a la actividad la próxima temporada.

A-Rod podría enfilarse por la misma avenida, pero se habla que el caso en su contra derivaría en un castigo más severo.

En caso de ser sancionado, Rodríguez, que de momento en la lista de lesionados de los Yanquis de Nueva York , perdería una gran cantidad de dinero ya que devenga el salario más elevado en las Grandes Ligas al cobrar 28 millones por temporada.

La sanción podría darse a conocer esta semana.