El ‘Tri’, un mal producto, pero un negocio rentable

Cuando la FIFA lanza sus rankings y México aparece en los primeros 20 lugares uno se pregunta ¿cuál es el parámetro utilizado? El termómetro no mide en grados de pasión, calidad y entrega, sino en ganancias económicas. El camino del 'Tri' rumbo a Brasil 2014, obedece a ese mismo rasero.

El 'Chepo' sólo obedece a Blatter, Inárritu & De María Inc.

El 'Chepo' sólo obedece a Blatter, Inárritu & De María Inc. Crédito: Notimex

Algo dejó muy claro el tal ‘Chepo‘ que se apellida de la Torre el día de antier tras la eliminación del ‘Tri’ de la Copa Oro: que para él y sus patrones, la afición y mucho menos la prensa, importan.

Que su accionar y las consecuencias de su ‘contrato‘ no son de la incumbencia de nadie más que de los dueños de los clubes del maltrecho fútbol mexicano, que visto como negocio ve a su flamante CEO dilapidar los activos y pasivos de la firma-franquicia que en algún tiempo fue referente de una zona paupérrima, vista por la FIFA como un incómodo estorbo al que en algún momento sólo se le daba un lugar en la ‘exclusiva’ cita mundial de cada cuatro años y para ‘hacer la finta’ y dárselas de muy incluyentes. Hoy, la realidad es muy distinta, curiosamente cuando el fútbol y su nivel profesional sigue siendo el mismo salvo honrosas excepciones.

Queda claro también que los bonos de la Liga MX y su mediocre ‘criatura’ la Copa MX hoy están reducidos para el mundo entero, menos para sus Doctores Frankenstein, quienes ven engordar sus cuentas y a su famélico corcel desde su perspectiva de amos y señores desde el ya lejano 1994 a la fecha, cuando tras el escándalo de los ‘cachirules’ el representativo del fútbol nacional mexicano no pudo asistir al mundial de Italia 90, ganando fuerza para un certamen casi doméstico organizado cuatro años después por su vecino, en el que fue eliminado en octavos de final dando paso -paradójicamente- a una etapa lamentable en las canchas (que fortaleció el mote de los ‘ratones verdes’ o la ‘maldición de los penales‘), pero súmamente rentable en lo que respecta a los negocios extra fútbol.

A partir de esa fecha, los empresarios del balompié nacional se percataron del gran ‘bussiness’ que representaba la afición dentro y fuera del país, principalmente en Estados Unidos (no en vano, los ‘amistosos’ se ‘juegan’ en territorio estadounidense): afición a la que hoy niegan e ignoran cuando les espeta un categórico ‘¡Fuera Chepo!’. En esa estrategia cabe por supuesto, la mediatización oficialista y siempre a modo de empresas de comunicación que hoy presumen de tener exclusividad con el equipo y cuyos ‘analistas’ hasta bailan con sus integrantes en vistosas orgías de optimismo vueltas spots, tan vacías y ridículas como el espectáculo que promueven.

Nada de qué asustarse en un mundo globalizado en el que una actividad tan noble como un deporte, que debiera ser sólo lúdica, pasa a ser un simple, llano y a veces aburrido intercambio de números y de especulación económica que sí, mueve billones de dólares en cada temporada, pero que igual con malos manejos puede perder adeptos una vez revelado el interés primordial del aparato que

sustenta su mengüado engranaje.

¿La tribuna? No, esa no importa, pero que deje su derrama económica, eso sí que importa ¿Jugar bien? No, eso tampoco, al fin que “mi contrato sigue y me pagan bien”, a pesar de los más grandes pesares que se tenga que tragar el tristemente célebre y siempre fiel ‘jugador número 12‘.

Episodios como la primera parte del ‘Hexagonal’, la Copa Confederaciones, la tristísima Copa Oro -la doble derrota ¡ante Panamá!– y lo que viene de cara al cierre de la eliminatoria rumbo a Brasil 2014, se seguirán repitiendo mientras el fútbol mexicano siga en manos de especuladores, negociantes y CEO’s a los que el deporte -el honor- y la pasión que genera les importe menos que las ganancias económicas que un ‘freak’ como este ‘Tri’ del ‘Chepo’ trae consigo, como en feria de pueblo, al fin que siempre habrá quien pague por ver miserias, en México, en Estados Unidos y hasta en Brasil. Algo que la Femexfut, la Concacaf y la FIFA (Inárritu, De María & Blatter Inc.) saben… y muy bien.

Y no, no nos espantemos, todo parece indicar que el ‘Chepo’ seguirá en el banquillo y que a pesar de todo, México calificará a la Copa del Mundo: el negocio justifica los imposibles, lo ilógico y hasta el ridículo.

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