Fujimori cumplirá 75 años de edad en la cárcel

Lima, Perú.- El ex presidente peruano Alberto Fujimori, condenado a 25 años de cárcel y que cumplirá este domingo 75 años de edad en el penal de Barbadillo, en la zona oriente de Lima, recomendó este sábado a los peruanos “nunca caminar hacia atrás”.

“Sigo soñando con un Perú mejor, y no importa que lo haga aquí en el Penal de Barbadillo donde estoy recluido. Llevo al Perú dentro de mí donde esté. Mi cuerpo está encerrado, mis sueños, no”, enfatizó Fujimori en un mensaje con motivo de las Fiestas Patrias peruanas.

Fujimori, preso por crímenes de lesa humanidad y delitos de corrupción, dijo que “desearía cada 28 de julio escuchar no promesas, sino hechos, hitos que nos acerquen a ese país de las oportunidades con que he soñado desde antes de 1990”.

Recordó que el 28 de julio de 1990, recibió como regalo su juramentación como presidente de la República cuando Perú estaba económicamente quebrado, con una hiperinflación y una devastadora violencia atizada por el terrorismo.

En esa fecha, dijo, se prometió a sí mismo entregarse “en cuerpo y alma” a la tarea de rescatar a Perú del “abismo” en que estaba y que el país volviera a celebrar sus Fiestas Patrias “mirando con esperanza el futuro, persiguiendo sus sueños de prosperidad”.

Tres años después de asumir el mando, Fujimori dijo que pudo anunciar al país lo que ya se respiraba en las calles de esta nación: “regresaba la paz y la tranquilidad a los hogares peruanos”.

También anunció la derrota de la hiperinflación, la recuperación del orden y la estabilidad en la economía y el arribo de las inversiones como no ocurría en 30 años.

“Es decir, dejábamos atrás el descalabro nacional y volvíamos a ser un país viable”, recordó el ex mandatario (1990-2000).

Entonces, en 1993, hace ya 20 años, cumplidas las primeras tareas de la Reconstrucción Nacional, “empecé a soñar con el Nuevo Perú y como soy ingeniero y un hombre realista llamo sueños a mis más ambiciosos proyectos”, comentó Fujimori.

“Soñaba en definitiva la paz con Ecuador, con no gastar cientos de millones en armas y reclutar a la fuerza a los jóvenes de los sectores populares a través de un inequitativo servicio militar obligatorio”, añadió.

“Este sueño mío se hizo realidad en 1998 y se comenzó también a terminar con el olvido en que tenía el Estado a las provincias que carecían de infraestructura vial, energética, sanitaria, y educativa”, comentó el ex jefe de Estado.

Indicó que “soñaba no sólo con cifras azules, con crecimiento económico y material, sino con desarrollo humano para todos esos pobladores que fueron siempre los convidados de piedra de la República“.