Regresa en grande Carlos Vives al Nokia

El teatro Nokia se transformó en una mini Colombia la noche del sábado: una Colombia deseosa de compartir con el mundo la inspiración de uno de los artistas más carismáticos que ha producido esa nación sudamericana.

Carlos Vives regresó por la puerta grande abarrotando la sala de conciertos angelina después de varios años de estar ausente de Estados Unidos. Listo para compartir su Corazón profundo, el cantante reunió a su numeroso grupo La Provincia para volar a los escenarios mundiales y presentar su más reciente álbum.

Y, por supuesto, para deleitar con sus infaltables clásicos provincianos de vallenato.

También sorprendió gratamente con un invitado muy especial.

Un video sirvió de preludio al recital ayudando a establecer una vibra optimista, fiestera y de conciencia: un sentir muy Vives. El video mostró al cantante en un recorrido de bellos parajes naturales colombianos en que se encuentra con un sabio indígena que le asigna llevar un mensaje de armonía al mundo. El hombre le recordó a Vives que no estaría solo. “La tierra y el espíritu te acompañan”, le dijo.

En el Nokia el público parecía confirmar las palabras del sabio. La gente empezó a rugir con el video y raramente dejo de hacerlo con las canciones bailables que convirtieron al lugar en “la discoteca más grande de L. A.”, en las palabras propias de Vives.

El cantante mezcló temas de Corazón profundo con los eternos del vallenato con que hiciera popular al género colombiano en el mundo.

Así alternó Volví a nacer y Como le gusta a tu cuerpo con La gota fría, La hamaca grande y Pa Maite. El acordeón del maestro Egidio Cuadrado y la flauta de Mayté Montero se fusionaban con guitarras eléctricas, baterías rockeras y ritmos autóctonos y africanos para deleitar con una de los sonidos pop de más calidad y más infecciosas de Latinoamérica.

El carisma de Vives es apreciado por la audiencia. Sale usualmente vestido de camiseta y jeans y sencillo calzado, como un simple rockero siempre dispuesto a empaparse de sudor en cada tocada.

No espera al final del concierto para presentar a los miembros de su banda. En el Nokia, desde el principio y a lo largo de la noche, reconoció a cada músico, mostrando una cara diversa y hermosa de Colombia.

Este rockero también se pone orgulloso el sombreo volteado de paisa, que la noche de sábado le pidió prestado al acordeonista Cuadrado por un rato para recorrer el escenario bailando con Mayte la flautista.

Además sabe dar sorpresas. Casi al final del concierto, presentó a Juanes, quien actualmente graba un nuevo álbum y que es parte de lo que Vives considera la nueva generación musical que muestra lo mejor de Colombia al mundo y conquista a públicos globales.

Juntos cantaron La tierra del olvido. El público enloqueció con el dúo.

Y con el concierto.

Los fans reaccionaron

“No esperaba esa sorpresa de Juanes”, dijo Giovanni Hoyos, originario de la capital colombiana.

“La patria me trajo esta noche”, expresó Elsa Castro. “Amo la música del vallenato y me fascino oír Volví a nacer”.

A Catherine Galvis el concierto la conectó con sus raíces. “Me trae muchos recuerdos de Colombia”, afirmó la oriunda Bogotá. “Nos ayuda a no perder nuestra identidad”.

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Carlos Vives no decepcionó a sus fans el sábado, y sorprendió a todos con la súbita e inesperada participación de Juanes. Leopoldo Peña/Especial para La Opinión

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Carlos Vives no decepcionó a sus fans el sábado, y sorprendió a todos con la súbita e inesperada participación de Juanes. Leopoldo Peña/Especial para La Opinión

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