José Luis Orozco celebra 40 años de cantar a los niños
Orozco festeja su trayectoria con un concierto gratuito en MacArthur Park
Quizá alguna vez, cuando usted era niño o cuando sus hijos lo eran, en algún centro o feria cultural le tocó ver a aquel hombre con amplia sonrisa, bajito de estatura, que abrazaba con tenacidad su guitarra y de manera mágica entraba en contacto con la audiencia.
Cantaba las canciones que entonces quizá, le parecían sorprendentes como Aserrín, aserrán o las que le traían a la memoria su pasado infantil cuando escuchaba Pin una, pin dos o De colores, y qué tal el famoso Pimpón.
De ese entonces han pasado 40 años.
Las mismas cuatro décadas que el educador bilingüe, autor de libros infantiles y cantante, José Luis Orozco estará celebrando mañana con un concierto gratuito en MacArthur Park.
Esas canciones de su primer disco Lírica infantil o quizá la historia de Diez deditos le removerán nostalgias.
Orozco de 65 años de edad, padre de cuatro hijos y abuelo de cuatro, no ha perdido la gracia de aquel joven entusiasta que comenzó a los 20 años a trabajar en algunas escuelas de la Bahía de San Francisco, a donde emigró de México para ir a estudiar a la Universidad de Berkeley.
“Me dieron trabajo porque sabían que tenía experiencia en la música y querían que yo les enseñara a los niños educación bilingüe”, comenta el cantautor. “En ese entonces había muchos fondos y entonces comencé a enseñar a los maestros, a los padres y a los niños las tradiciones infantiles latinoamericanas”.
Pero fue en 1973 cuando Orozco decide entrar de lleno en la educación bilingüe ofreciendo talleres y conciertos, con la grabación de —en ese entonces— un casete de diez temas de canciones infantiles.
Su nombre comenzó a resonar por todo California y luego a otros estados, hasta cruzar frontera con su natal México.
Sin embargo Orozco nunca se deslumbró con la popularidad. Terminó su licenciatura en educación en Berkeley, luego obtuvo una beca para una maestría en Educación Multicultural y continuó de manera paralela entre la música y los métodos pedagógicos.
“Estar de lleno en la música es bonito, pero es también una montaña rusa de emociones que sube y baja y las modas cambian…”, dice el tres veces ganador del premio otorgado por la American Library Association.
“Lo mío es la educación más que nada y la música de esta manera. Las tradiciones infantiles son importantes para la enseñanza de nuestros niños y es importante mantenerlas y promoverlas porque ellas traen el autoestima, el desarrollo del lenguaje y las destrezas básicas de la enseñanza”, agrega.
El artista relata que combinar esos dos conocimientos, la educación y la música, lo mantienen ocupado “150 por ciento del tiempo” y “recorro con mi música cada año 125 mil millas”, entre conciertos y conferencias por todo el país.
La niñez de Orozco transcurrió inmerso en la música porque su padre fue violinista en una orquesta sinfónica y su madre y abuela siempre le cantaba.
El niño José Luis a los 8 años ya era parte del Coro de Niños de la Ciudad de México, con el cual tuvo oportunidad de recorrer 32 países entre Europa, el Caribe, centro y sur América.
“Desde ese entonces mi panorama cultural creció”, comenta Orozco quien a través de su trayectoria ha recibido importantes reconocimientos.
El escritor y cantautor Rin, Rin, Rin… Do, Re, Mi y Caramba Kids, comenta que sigue desarrollando nuevos temas que estén enfocados en el desarrollo educativo de los niños en general, porque ahora existe un gran interés de, familias de otras culturas, por el español.