Vacunan a niños en feria de salud en Lynwood

Celia Reynaga considera importante mantener su buena salud y que sus hijos lleven una vida más sana.

Para lograrlo trata siempre de asistir a las ferias de salud, como la que auspició ayer el Hospital San Francisco en Lynwood.

“Los padres y abuelos tenemos que participar en estas ferias, para que ellos tengan más ‘socialismo’ y participen más en su alimentación, en su deporte. dijo Reynaga mientras observaba feliz a sus nietos de 6 y 10 años hacer ejercicios con una instructora en la feria de salud.

Por segundo año consecutivo y después de un receso de cinco años por falta de fondos, el centro médico organizó una feria de salud con el fin de ofrecer chequeos gratuitos a los adultos e inmunización a los niños, como lo exige el sistema escolar.

Entre las 10 de la mañana y las 3 de la tarde, cientos de personas se acercaron a los jardines del hospital para obtener no solo información de cuidados de la salud para ellos y sus hijos, sino también para disfrutar de música variada y participar en rifas de mochilas y otros útiles escolares.

“Anteriormente lo hicimos por 15 años seguidos y llegamos a recibir 800 niños y 500 padres”, dijo Gilda Acosta, directora de iniciativas de salud comunitaria para el Hospital San Francisco.

Durante el transcurso de la feria, el camión rodante en donde se aplicaban las vacunas a los niños fue una de las más visitados.

Teresa Cacahua, residenciada en Compton, decidió ir hasta la feria para vacunar a sus dos hijos y los tres sobrinos que viven con ella, además de aprovechar la oportunidad de hacerse un chequeo médico.

“No sé cuánto me habrían cobrado por las vacunas porque ellos tienen Medicaid”, dijo Cacahua, mientras esperaba para que sus niños recibieran la dosis necesaria para iniciar el año escolar.

“Estas campañas se me hacen muy buenas para todos los ciudadanos que lo necesitamos y no tenemos Medical. Los exámenes son gratis y después nos mandan a clínicas que son gratis o cobran menos. Es una feria que recomiendo a las personas que no tienen recursos”, dijo Cacahua,

En la estación destinada a los adultos, un grupo de voluntarios del hospital los ayudaban a pesarse en la balanza, calculaban su masa corporal, tomaban su tensión y su muestra de sangre para determinar el nivel de colesterol y azúcar en la sangre. Al final, una promotora de salud evaluaba los resultados y les daba recomendaciones sobre los pasos que tenían que seguir si presentaban algún problema de salud.

A los adultos también se les animaba a inscribirse en el programa Vida Sana, fundado en el año 2004 y auspiciado por Hospital San Francisco para promocionar un estilo de vida saludable mediante el ejercicio y hábitos de buena alimentación.

“El programa es para ayudar a la comunidad a que comience a cambiar la forma en que come y principalmente, la importancia de hacer ejercicios”, dijo Acosta, quien añadió que las edades de los participantes oscilan entre los 5 y 92 años. “Es una hora de educación en donde aprenden como ser saludables, como leer las etiquetas [de los productos] para saber cuánta calorías y sal come uno. Después de la clase, van a hacer ejercicios”, añadió Acosta, señalando que las clases son gratuitas y se dictan tres veces por semana.

Acosta también destacó que en Vida Sana han implementado recientemente el programa Consumismo Médico, en el cual enseñan a las personas a prepararse bien para una visita médica. “Estamos enseñándoles a ir preparados para que tenga valor la cita que hizo con el doctor”, dijo Acosta

El programa Vida Sana funciona en siete iglesias, dos escuelas secundarias, una escuela primaria y un centro familiar en Los Ángeles y ciudades del sureste y su meta actualmente se centra en la reducción de la obesidad en las áreas donde funciona.

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