Jueces tramposos ‘matan’ el boxeo

Nada mejor que un árbitro que pase inadvertido, suele decirse en el fútbol, y nada peor que un juez (sin rostro) que altere el resultado de una pelea, suele decirse en el boxeo.

Todavía suena el atraco de la noche negra de Carson cuando los jueces Carla Caiz, Marty Denkin y Gwen Adair le regalaron la victoria a JC Chávez Jr. en detrimento de un valiente Bryan Vera que ganó legitimamente el pleito sobre el cuadrilátero.

De nuevo la plaga corrompida de los jueces metiendo sus manos contra el trabajo y el esfuerzo honrado de otros.

De los tres jueces, llamó especialmente la atención los puntajes de Gwen Adair que marcó (98-92) lo que equivale a decir que ella vio a Chávez Jr, darle una paliza a Vera, y eso no fue lo que pasó en Carson.

Sus dos compañeros de andanzas de aquella noche, todos de Nueva Jersey, calificaron así: Caiz (96-94) y Denkin (97-93).

En gracia de discusión, aceptemos que hay asaltos difíciles de calificar y que en una de estas se tiende a favorecer al de más nombre, y que por eso Carla Caiz le dio seis asaltos a Chavez y cuatro a Vera, pero lo de Denkin con 7-3 para Chávez y Adair con 8-2 también para el mexicano, son un despropósito que no debería pasar inadvertido.

No podemos olvidar que hace poco más de tres años, hubo tres jueces, paradogicamente también de Nueva Jersey, que le regalaron una pelea a Paul Williams frente al cubano Erislandy Lara.

Hilton Whitaker (115-114), Don Givens (116-114) que votaron a favor de Williams y Al Bennelt que dio empate (114-114) fueron protagonistas de otra noche borchornosa. Hubo protesta de los aficionados y de los medios y la Comisión de Control Deportivo del estado los sancionó a los tres con una supensión indefinida. Eso pasó hace tres años y los tres jueces siguen suspendidos.

En 2009 le robaron a “Maravilla” Martínez un combate ante el mismo Paul Williams. Aquella vez en Atlantic City la jueza Julie Lederman marcó (114-114), Lynne Carter (115-113) y Pierre Benoist (119 a 110), este último totalmente fuera de juicio, que marcó una diferencia grotezca en una pelea que sus dos compañaeros vieron pareja.

¿Cómo pudo Benoit dar once de doce asaltos a Williams, cuando un compañero de trabajo dio 6-6 porque era empate y el otro dio 7 asaltos a un,o y cinco al otro?.

Por algo lo hizo.

Más reciente está el caso en el que Mayweather Jr, le dio un repaso de campana a campana a “Canelo” Álvarez, y sin embargo la juez Cynthia J. Ross dio empate.

Dave Moretti la vio (116-112) y Craig Metcalfe que marcó (117-111) vieron la misma pelea, pero la señora Ross dio un muy sospechoso empate (114-114).

¿Por qué? ¿A quién le ayudaba con esa decisión?

Esa misma pregunta se la hicieron en la Comisión de Control en Nevada, que debieron escuchar los silbidos del público, la protesta de los expertos, mientras trataban de apagar el ruido de todos los medios enardecidos con semejante barbaridad.

Dos días después, Cynthia Ross de 64 años y con 20 en el oficio de calificar peleas de boxeo, se acercó a las oficinas de Keith Kizer, Director de la Comisión Atlética de Nevada, para anunciar que se tomará un tiempo fuera del box. Se fue del negocio antes de que la sancionaran.

Para ajustar el saldo les recuerdo que C.J. Ross es la misma jueza que le dio la victoria a Tim Bradley sobre Manny Pacquiao en julio de 2012, en otra noche de manchas para el deporte.

Esperamos que al trío de granujas que calificó Chávez – Vera, les notifiquen de manera pública la sanción que se ganaron por tramposos. Así de fácil.

Hasta hace una semana había solo dos maneras de resolver frente al tema del peso en los combates de boxeo. La primera, y vértebra central del box, es que los peleadores acuerdan y se desafían en un peso para dar la categoría y así se garantizan peleas en igualdad de condiciones.

La segunda es la modalidad del peso pactado. Cuando pelean hombres de dos categorías diferentes y ninguno quiere dar ventaja se citan en un peso intermedio. Ejemplo, “Canelo” (154 libras) y Mayweather (147 lbs) acordaron pelear en 152 y consiguieron el aval de una organización y, ahí vamos.

La tercera la inventó Chávez Jr. No está escrita pero es más o menos así: “Cuando pelee Julio César Chávez Jr., el acuerdo sobre las libras en las que se va a pelear, solo se refrendará el día mismo del pesaje y el límite pactado será el peso del señor Chávez Jr. El rival acepta esta norma y no la puede discutir”.

Ya hay tres formas de acordar sobre el peso en las peleas: el límite de la categoría; el peso pactado y el método Chávez Jr. que ya está patentado y se encuentra en Wikipedia.

Otra broma en el boxeo de este tiempo.

Luego la seguimos.