Elizabeth Smart habla de su secuestro en ‘My Story’

La joven que fue secuestrada cuando tenía 14 años, describe pasajes de los 'nueve meses de infierno' que duró su secuestro en un libro

Elizabeth Smart fue secuestrada y tratada como objeto sexual durante 9 meses.

Elizabeth Smart fue secuestrada y tratada como objeto sexual durante 9 meses. Crédito: AP

Minutos después de que la joven de 14 años Elizabeth Smart fuera secuestrada de su casa a altas horas de la noche, un coche patrulla pasó lentamente por la calle del vecindario donde vivía.

Mitchell, su secuestrador, era un tipo de Salt Lake City que usaba bata y sandalias; le echó el ojo a Smart la primera vez cuando la madre de ella le ofreció cinco dólares y trabajo en la casa de la familia.

En ese momento, Mitchell decidió llevársela como la segunda de las cinco esposas que quería tener, le dijo él mismo después.

El individuo que se la había llevado la obligó cuchillo en mano a que se mantuviera en el suelo y le dijo en voz baja: “¡Si te mueves te mato!”

Fue una de las tantas veces fugaces que Smart vio cómo se desvanecía cualquier posible rescate durante los nueve meses que duró su horrible experiencia, según narra en su libro “My Story” (mi historia), de 308 páginas, que sacó a la venta el lunes la casa editorial St. Martin’s Press.

Smart, hoy de 25 años, vive casada en Park City, Utah, está por obtener una licenciatura en música en la Universidad Brigham Young y viaja por el país dando conferencias y haciendo activismo.

Creó la Fundación Elizabeth Smart para incrementar la conciencia sobre los delitos de que son víctimas los menores. Para ella, el libro fue otra forma de cerrar este capítulo de nueve meses de brutalidad en su vida.

“Quiero que la gente sepa que soy feliz con mi vida en este momento”, declaró Elizabeth Smart. “Más aun, asimismo quisiera llegar a las personas que podrían no encontrarse en una buena situación. Quizá atraviesan una situación similar a la que viví“, apuntó.

Smart expresó confianza en que el libro, y que ayude a otras víctimas a que sepan que es posible ser feliz y seguir adelante con sus vidas después de este tipo de experiencias y para revelarles qué pasaba por la mente de ella durante sus “nueve meses de infierno”, como describió este trance. En el libro se describen varias ocasiones en las que pensó en escaparse, o que sería rescatada. Entre la desilusión de las oportunidades perdidas de que la salvaran, escribe Smart, fue tratada como objeto sexual por Brian David Mitchell y como esclava por la esposa de éste, Wanda Barzee.

Durante días la mujer le negaba agua y comida. Según Smart, Mitchell creía que podía tomar cualquier cosa en el mundo que quisiera, y que era un hombre al que nunca le importaban los demás y que incluso vociferaba contra Dios.

Smart lo describió como un “pedófilo manipulador, antisocial y narcisista“. Con ese telón de fondo, el libro narra una serie de rescates que nunca se concretaron, el más notable el de un detective de homicidios que interrogó a Mitchell en una biblioteca del centro de Salt Lake City.

Fue en las afueras de San Diego, donde Mitchell se había llevado a Barzee y Smart para pasar el invierno en un campamento para personas sin hogar, donde la menor ideó un plan para escapar. Convenció a Mitchel que Dios quería que todos ellos regresaran a Salt Lake City.

Cuando llegaban a las afueras de la ciudad, la policía detuvo a las tres personas por su aspecto extraño: una pareja adulta y una menor con ropa sucia, una peluca gris y lentes oscuros, que caminaban por una avenida importante.

Smart dijo que estaba tan aterrorizada del predicador callejero que la había secuestrado que cuando la rescató la policía en un suburbio de Salt Lake City en marzo de 2003, apenas atinó a identificarse con cierta renuencia.

Mitchell fue sentenciado en 2011 a dos cadenas perpetuas. Un año antes, Barzeee fue sentenciada a 15 años de cárcel por su implicación en el secuestro y agresión sexual contra Smart.

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