Canal de Sicilia se convierte en cementerio de inmigrantes
El enésimo naufragio, esta vez en aguas territoriales de Malta, ha dejado un balance de al menos 34 inmigrantes muertos, entre ellos 10 menores, y ha vuelto a convertir al Canal de Sicilia en un cementerio a cielo abierto.
Roma.- Los 34 muertos del naufragio de ayer -cuya nacionalidad se desconoce- se unen a los 339 cuerpos recuperados tras el del pasado 3 de octubre a pocos kilómetros de la isla siciliana de Lampedusa.
La Marina de Malta explicó que el naufragio de ayer se produjo cuando un avión maltés que vigilaba el Canal de Sicilia sobrevoló la barcaza en la que viajaban cerca de 250 inmigrantes, quienes comenzaron a agitarse para ser avistados, lo que provocó el vuelco de la embarcación.
Las operaciones de rescate, en las que participaron barcos de la Marina italiana que llegaron tras la petición de ayuda de Malta, prosiguieron durante la noche y no se descarta que se puedan encontrar más cuerpos.
Los supervivientes de este nuevo naufragio en el Canal de Sicilia, entre ellos otra decena de niños, fueron transportados a los buques “Lybra” y “Espero” de la Marina Militar italiana y a una nave de bandera maltesa.
Una parte de ellos será trasladada a la isla siciliana de Lampedusa y la otra a Malta.
Los fallecidos y los 221 supervivientes serán repartidos entre La Valeta, que acogerá a 143, y el resto llegará al ya colapsado centro de acogida de Lampedusa.
De nuevo el muelle Favarolo de Lampedusa, como en los últimos días, se ha vuelto a llenar de cadáveres, pues a la isla llegaron durante la noche 22 cuerpos.
Nueve de los supervivientes tuvieron que ser trasladados en helicóptero a Lampedusa para recibir primeros auxilios, entre ellos una familia formada por el padre, la madre y un bebe de nueve meses, que ha perdido a otro hijo de tres años en este naufragio.
“En la próxima cumbre europea no dejaré la mesa hasta que no se den soluciones reales”, afirmó hoy el primer ministro de Malta, Joseph Muscat, que llamó al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.
El primer ministro italiano, Enrico Letta, junto con el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, insistieron hace unos días, cuando visitaron Lampedusa, en la necesidad de que la inmigración entre urgentemente en el debate de la próxima cumbre europea.
Según los últimos datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) son 32,000 los inmigrantes que han cruzado el Canal de Sicilia y han llegado a Sicilia, Malta y Lampedusa este año.
Mientras, se tiene constancia de que 7,000 inmigrantes han muerto en los últimos diez años en su intento de cruzar este tramo del Mediterráneo.
Cuando se estaban realizando tareas de rescate, la Guardia Costera italiana ha tenido que ayudar a dos embarcaciones en dificultades en el Canal de Sicilia: una lancha en la que viajaban 85 inmigrantes y otra con 185, entre ellos 34 mujeres y 49 menores, que fueron llevados a Lampedusa.
Esta isla italiana vuelve así a estar colapsada, por lo que ya esta mañana llegó la embarcación militar “Cassiopea” en la que serán trasladados algunos de los 339 ataúdes hacia cementerios de pueblos sicilianos que se han mostrado dispuestos a enterrarlos en sus cementerios.
También siguen, aunque lentamente, las tareas para trasladar a los inmigrantes del centro de Lampedusa a otras instalaciones italianas, y hoy salieron hacia Caltagirone (Sicilia) 33 menores eritreos que llegaron solos a la isla y que serán acogidos en una casa gestionada por la iglesia local.
Un barco maltés trasladó el sábado a la isla de Malta a 143 sobrevivientes, la mayoría sirios, de una embarcación de contrabandistas que zozobró, al tiempo que continúa la búsqueda de víctimas.
Esta tragedia de migrantes es la segunda ocurrida en poco más de una semana en el estrecho de Sicilia en momentos en que se han intensificado los llamados a favor de que se establezcan corredores humanitarios para permitir el tránsito seguro de refugiados que huyen de la guerra y la represión en sus países de origen.
Al menos 34 personas se ahogaron tras volcarse la embarcación el viernes en la tarde a unos 105 kilómetros (65 millas) al sureste de la isla italiana de Lampedusa, en aguas en las que Malta tiene las prerrogativas de búsqueda y rescate.
Mediante una operación conjunta emprendida entre Italia y Malta fueron rescatadas aproximadamente 200 personas después de que la Guardia Costera italiana recibiera una llamada telefónica de auxilio vía teléfono satelital desde una embarcación, y de que una aeronave maltesa avistara la nave volcada y muchas víctimas en el agua.
Otros sobrevivientes, 56 en total, que no necesitaban atención médica inmediata eran llevados a Sicilia a bordo de una fragata italiana, que según el comandante Marco Maccaroni, portavoz de la Armada italiana, también rescató a unas 180 personas de otras embarcaciones durante la noche en la misma área, un indicio más del incesante tránsito de migrantes que desafían el Mediterráneo.
“Los flujos (de migrantes) nunca han cesado, en especial durante los meses del verano (boreal)”, dijo Maccaroni. “Ambos accidentes en tan corto periodo incrementaron la atención del público, pero las tensiones han durado todo el verano”.
Unos 30,100 migrantes llegaron a Italia y Malta de enero a septiembre de 2013, en comparación con 15,000 en todo 2012, según la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados.
La mayoría buscan asilo, huyen de la guerra civil en Siria o de la represión y reclutamiento forzoso en Eritrea, a diferencia de las oleadas de migrantes de hace una década, que simplemente buscaban mejores condiciones de trabajo.
El primer ministro de Malta, Joseph Muscat, dijo que las nuevas oleadas de sirios, además de las llegadas de migrantes procedentes de Eritrea y Somalia, que han sido las más numerosas recientemente, apremian a Europa para que llegue a un acuerdo en torno a una política coordinada a fin de hacer frente a las solicitudes de asilo.
El naufragio más reciente ocurrió ocho días después de que un barco pesquero atestado con 500 personas de Eritrea se volcara y se hundiera cerca de Lampedusa. Sólo hubo 155 sobrevivientes.
Los féretros con los cadáveres de 339 eritreos que murieron en esa tragedia llegaron el sábado en un transbordador a Sicilia, donde serán sepultados.