Nueva agudización de la guerra en Siria
Chocan fuerzas del Gobierno y rebeldes en Damasco; Al Assad por recuperar zonas
BEIRUT, Líbano (AP) Las fuerzas sirias se enfrentaron con los insurgentes ayer martes en los suburbios al sur de Damasco, indicaron activistas, parte de una reagudización de los intentos del Gobierno por recuperar las zonas en manos de la oposición.
El enfrentamiento más reciente ocurrió cerca del suburbio de Hejeira, un conjunto de enormes barrios y pueblos al sur de la capital siria que han sido bastiones de la oposición en el último año.
El Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña y cuya información proviene de una red de activistas en Siria, así como una vocera del consejo rebelde en el país, dijeron que las tropas del presidente Bashar al Assad estuvieron apoyadas por combatientes chiíes de Irak y el grupo miliciano libanés Jezbolá. La vocera habló bajo condición de permanecer en el anonimato por temores sobre su seguridad.
Las tropas de Al Assad han avanzado con nuevos ánimos en las últimas semanas en el campo de batalla, recuperando al menos cuatro bastiones rebeldes en la provincia norteña de Alepo y el sur de Damasco. Esta semana las fuerzas oficiales recobraron el pueblo de Sbeineh, adyacente a Hejeira.
En otro posible golpe para los insurgentes, se alcanzó una tregua en el barrio de Yarmuk, dominado por los palestinos en el sur de Damasco, según reportaron los medios estatales sirios y el encargado del observatorio, Rami Abdurrahman.
Abdurrahman dijo que el acuerdo dispone que los rebeldes y las fuerzas oficiales hagan a un lado las armas. Las fuerzas del Gobierno serán depuestas en retenes a las afueras de Yarmuk.
Otros activistas no pudieron confirmar el acuerdo, y aún había reportes de enfrentamientos el martes en Yarmuk. Los combates en el pueblo, donde también hay un enorme campo de refugiados, han obligado a miles de palestinos a desplazarse.
Si se implementa el acuerdo sería uno de varios negociados en los últimos meses entre los rebeldes, los líderes de las comunidades locales y las autoridades del Gobierno. Estos acuerdos han permitido a los civiles dejar las zonas devastadas y que la ayuda llegue a estos lugares, e incluso han detenido los enfrentamientos.