Muxes celebran en LA tradición gay oaxaqueña
La tolerancia y el reconocimiento hacia los homosexuales que es tradición en Oaxaca se celebra por primera vez en la Vela Muxe L.A.
El respeto, aceptación y cariño por los homosexuales y transexuales llamados muxes serán enaltecidos por primera vez en Los Ángeles este fin de semana, cuando se realice la primera celebración en honor a este grupo de origen zapoteco.
Será una fiesta singular para muchos, pero no para los mexicanos originarios del estado sureño de Oaxaca donde los indígenas gays son ampliamente aceptados desde la época precolombina como un tercer sexo.
Los muxe (pronunciado mushe) gozan de un estatus respetado por la comunidad porque prestan ayuda doméstica y laboral. Sus madres suelen decir que son los mejores tipos de hijos porque son muy hacendosos y amorosos, además de que su rol implica estar dispuestos a ayudar y cuidar a sus padres.
“Lo que queremos es dar a conocer que en la comunidad zapoteca hay tolerancia y aceptación y respeto por los muxes, que tener a un hijo muxe en la familia es una bendición”, dijo Miriam López, madrina de la festividad y directora artística de Ballet Folklórico Nueva Antequera.
También suelen vivir sin pareja y hacer trabajos reservados a mujeres como limpieza doméstica o cuidar a niños, aunque eso viene cambiado desde que comenzaron a salir de la región de Tehuantepec a otras partes de México y el extranjero, donde asumen otros oficios.
Los Ángeles es hogar de una fuerte comunidad oaxaqueña.
“Estamos orgullosos de lo que los muxes han logrado en Oaxaca. Ellos rompen los esquemas de discriminación. La comunidad transgénero de Estados Unidos debe de ser aceptada como lo ha sido la comunidad muxe en Oaxaca”, dijo Tino Piñón, portavoz de Bienestar, organización defensora de los derechos de la comunidad LGTB.
Así, el concepto de muxe se ha ido ampliando con el tiempo. Actualmente hay muxes mestizos que ya no necesariamente son indígenas zapotecos; transexuales que se implantan hormonas; algunos que siempre usan ropa de hombre y aquellos sólo lucen atuendos indígenas en celebraciones.
López dijo desconocer cuantos muxes hay en Oaxaca, Los Ángeles o Estados Unidos, aunque reconoció que hay bastantes muxes que, al igual que otras personas en la comunidad LGTB, no se identifican como tal por vergüenza, temor o presiones.
Aunque pequeña, la fiesta con cupo para unas 400 personas promete tener todos los elementos de la mejor “vela” de Juchitán, Oaxaca, donde las velas son tomadas como todo un acontecimiento.
La Vela Muxe L.A. incluirá una banda filarmónica oaxaqueña que tocará sones istmeños, jarabes serranos, chilenas de la costa y otros tipos de música tradicional oaxaqueña, tampoco podía faltar el baile, comida y la coronación de la reina muxe.
La reina de este año es Marco Antonio Altamirano, quien trabaja como estilista y vive en Los Ángeles con sus padres. Durante una presentación para la prensa Altamirano o “La Marquesa”, como le dicen por ser originario de Santa María Jalapa del Marqués, en Oaxaca, lució un traje de tehuana, un atuendo tradicional oaxaqueño con bordados de flores y un tocado de encaje que fue popularizado por Frida Kahlo.
Con grandes aretes, dos collares, un brazalete, y un anillo de oro, Altamirano dijo, luciendo sus uñas pintadas de color melón, que sólo se viste así para las celebraciones.
“Allá te ven y no te dicen, ‘Pu — —’. Te dicen, ‘¿Cómo estás manita?”‘, dijo Altamirano. “La palabra muxe causa mucho respeto. Los gays deben de saber lo que significa ser muxe. Eso es lo que queremos mostrar con esta fiesta para que haya igualdad”, dijo Altamirano.