Una tormenta letal

Diecisiete muertes en Estados Unidos y otras 10 en Canadá

Ramas caídas obstaculizan el paso por una calle  en Toronto (Canadá). Algo similar ocurrió en ciudades de EEUU.

Ramas caídas obstaculizan el paso por una calle en Toronto (Canadá). Algo similar ocurrió en ciudades de EEUU. Crédito: EFE

DETROIT, Michigan (AP).— Cuando una tormenta de hielo golpeó a Michigan el pasado fin de semana Tony Carone temió que no podría pasar la Navidad en casa con su familia. “No era necesario que me lo dijeran. Lo escuché en el techo”, dijo Carone.

El instalador de 52 años de DTE Energy es uno de los miles de electricistas que han laborado turnos dobles para restaurar al servicio eléctrico a más de medio millón de viviendas y negocios. Los apagones se extendieron de las Grandes Llanuras a Maine y hacia el este de Canadá.

“Yo me quedé sin electricidad al mismo tiempo que los demás”, dijo Carone en su casa de Lapeer, al norte de Detroit. Fue aproximadamente a las 7:30 de la mañana del domingo, cuando hablaba por teléfono con su jefe. Salió de casa una media hora después y desde entonces ha trabajado 16 horas al día.

A la tormenta se han atribuido 17 muertes en Estados Unidos y 10 en Canadá. Cinco personas aparentemente fallecieron asfixiadas con monóxido de carbono por el uso de generadores.

Michigan se llevó la peor parte de la tormenta cuando cerca de 600 milhogares y negocios se quedaron sin electricidad y hasta el jueves por la noche unos 79 mil usuarios seguían a oscuras. Maine reportó más de 20 mil personas sin electricidad el jueves y en el este de Canadá más de 101 mil clientes, entre ellos 54 mil en Toronto, seguían sin electricidad.

Pudo haber sido peor, dijo Paul Graham, supervisor de instaladores de Massachusetts cuya cuadrilla estaba brindando ayuda en Gardiner, Maine.

Muchas de las familias afectadas por los apagones buscaron refugio con familiares o se acomodaron junto a calentadores portátiles que funcionan por medio de generadores y chimeneas a fin de mantener el calor. Funcionarios del servicio eléctrico indicaron que podrían pasar días antes de que se restaure el servicio a todos los usuarios.

Los instaladores enfrentan una tarea peligrosa y agotadora, sin contar las bajas temperaturas. El hielo puede ejercer mucho peso sobre los cables hasta romperlos, o derribar ramas de árboles, que podrían a su vez tumbar el tendido eléctrico, creando un peligro inesperado. Es por ello que los trabajadores deben primero retirar escombro, de ser necesario, y luego subir a los postes para conectar de nuevo las líneas, usando cinturones y botas especiales para escalarlos.

“Hay que tomarse el tiempo necesario. Hay que estar atento a lo que se hace”, dijo Carone, que el jueves realizaba operaciones en Columbiaville. “Subir a un poste congelado no es juego”.

Un trabajador cayó el martes de una escalera en Lansing, se fracturó varias costillas y se lesionó un hombro.

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