Choque deja un muerto
Autoridades piden no manejar ebrio para evitar tragedias
Ayer alrededor de las 12:30 de la madrugada, un auto chocó contra un poste de luz en la cuadra 16600 del bulevar Roscoe en North Hills, causando la muerte a la pasajera y serias heridas al conductor.
El detective William Bustos de la Policía de Los Ángeles indicó que el conductor, un residente de Van Nuys, de 24 años de edad, conducía a alta velocidad, yendo por el carril equivocado cuando perdió el control del vehículo y se estrelló contra el poste. Con él viajaba Jennifer Benga, de 19 años y residente de Northridge, quien murió en el lugar.
Bustos dijo que había indicios de que el conductor se encontraba bajo la influencia del alcohol (DUI), pero que no podía confirmar los motivos del accidente hasta que finalizara la investigación. Dentro del vehículo se encontraron varias latas de cerveza.
El conductor, quien no ha sido identificado, fue llevado al hospital, donde permanece en condición crítica.
“Durante las fiestas de fin de año, los accidentes automovilísticos por consumo de alcohol aumentan un 80%”, aseguró Bustos. Agregó que el año pasado, en la misma fecha, ocurrieron 2,087 colisiones relacionadas al consumo de alcohol.
“En el mejor de los casos, los conductores ebrios corren el riesgo de ser detenidos y perder su licencia o su vehículo. En los peores casos, pueden sufrir accidentes que terminen con su vida o la vida de otros”, señaló.
Según estimados del Club de Automovilistas del Sur de California (AAA), el costo si es atrapado conduciendo ebrio es de aproximadamente $15,600, entre multas, aumento del seguro y costos legales. Este año, en California, el promedio de conductores ebrios fue de 15,600 personas. El promedio a nivel nacional fue de 10 mil.
Bustos recordó que los accidentes por manejar bajo la influencia del alcohol se pueden prevenir un 100% y aconsejó planear con tiempo y designar a un conductor que se comprometa a no beber. “No deje que un paramédico, un oficial del LAPD o un forense se convierta en su conductor designado”, agregó.
La Policía también ha instalado puestos de control en las calles y aumentado el patrullaje en lugares claves. Desde el 13 de diciembre y hasta el domingo, se había arrestado a 1,996 en el condado por DUI.
Otro programa de la Policía para evitar accidentes en esta época del año involucra a agentes vestidos de civiles que controlan bares y clubes, para asegurarse de que no le sigan sirviendo alcohol a las personas que ya están visiblemente intoxicadas.
Bustos también describió el trabajo con jóvenes voluntarios que tratan de comprar alcohol en tiendas, a pesar de no tener la edad legal para hacerlo. Un adulto que le compra alcohol a un menor y es descubierto puede pagar una multa de mil dólares y perder su licencia de conducir.