Hispano sigue lucha por desconectar esposa en Texas
Aunque va contra la ley, Erick Muñoz insiste en que su esposa embarazada y con muerte cerebral, sea retirada de la máquina que la mantiene viva
Los días pasan y la situación de Marlise Machado Muñoz no cambia: sigue conectada a una máquina que la mantiene con vida en un hospital en Texas, mientras en su vientre crece un bebé del cual no se sabe con exactitud su condición médica. Desde el 26 de noviembre, cuando la mujer quedó en estado vegetal tras sufrir una embolia pulmonar, su esposo, Erick Muñoz, enfrenta una disputa con las autoridades del centro médico para que la desconecten del respirador artificial.
Muñoz asegura que su esposa, quien al igual que él trabajaba como paramédico, siempre le decía que en caso de sufrir un accidente o una enfermedad, no la dejara vivir conectada a una máquina. Y es por ello que el hombre volvió a insistir este martes en que el Hospital John Peter Smith desconecte a la mujer de 33 años, lo que fue rechazado nuevamente por las autoridades del hospital debido a que la paciente ya tiene más de 16 semanas de embarazo, y las leyes de Texas no lo permiten.
Este estado, al igual que otros 17 en el país, aprobó una ley en el 2005 que obliga a mantener viva a una paciente con muerte cerebral si está embarazada, aunque esto vaya contra los deseos de la familia o incluso contra las mismas directrices que haya dado la paciente en vida. El fin de la ley es que el feto se pueda desarrollar y ser sacado del vientre de la madre después de las 24 semanas de gestación.
Muñoz encontró a su esposa en el suelo de la cocina de su casa en medio de la noche. Luego de ser trasladada al hospital los médicos indicaron que no tenía actividad cerebral y que su corazón se habría detenido varias veces antes de que fuera resucitada. Y precisamente porque el feto pudo haber pasado momentos sin recibir oxigeno ni nutrientes, es que el padre cree que puede haber sufrido algún tipo de daño y no cree que se deba mantener su gestación.
Sin embargo, las autoridades del hospital insisten, de acorde a la ley, en que esperarán a que el feto complete esas 24 semanas para realizar un examen más competo y allí tomar un determinación.