Mansoor: futuro incierto

El político anti inmigrante enfrenta un escollo dentro del Partido Republicano

California

Costa Mesa, la ciudad que empezó con políticas duras contra los inmigrantes, todavía se resiste al cambio. A pesar de tener un look diferente —tiene tres nuevos concejales—, sus bases conservadoras siguen siendo las mismas.

Los retrógradas racistas que se apoderaron de las instituciones de Gobierno a inicios del 2000 ya no son parte de la dirigencia política. Martin H. Millard, el ideólogo nazi que fue nombrado a una comisión de Gobierno y otros creyentes de la segregación racial solo viven para vociferar su odio a los latinos desde su alcoba privada.

Empero, Allan Mansoor, ex alcalde de Costa Mesa y pieza fundamental para institucionalizar políticas que trataron de expulsar de la ciudad a los latinos, todavía mantiene su vigor político.

Después de ocho años en el Gobierno local, Mansoor buscó una curul en la Asamblea del Gobierno en Sacramento. No tuvo ningún problema en derrotar a sus opositores demócratas, Phu Nguyen en 2010 y a Robert Rush en 2012, en distritos políticos dominados por partidarios.

Recientemente se ha anotado para reemplazar a John Moorlach en el Distrito 2 de la Junta de Supervisores del condado de Orange en las elecciones de noviembre del presente año.

Moorlach, mentor y amigo de Mansoor, tiene que dejar su puesto en enero de 2015 debido a impedimentos institucionales, los cuales no le permiten otra reelección. Solo puede durar un máximo de 12 años en la Junta de Supervisores de Orange, es decir una elección y dos reelecciones.

Esta vez la elección de Mansoor será bastante difícil. En mayo de 2013, Michelle Steel, miembro de la mesa directiva de Ecualización del estado de California, se destapó como candidata al puesto de supervisor del condado de Orange. Steel es esposa de Shawn Steel, ex dirigente del Partido Republicano del condado de Orange, y se ha convertido en la “Mona Lisa” de los republicanos en su distrito. Además tiene el apoyo de la maquinaria conservadora y de algunos dirigentes políticos de alto calibre, como el congresista republicano Dana Rohrabacher.

Obviamente, la candidatura de Mansoor al puesto de supervisor del condado de Orange está fríamente calculada. Moorlach está considerando participar en las elecciones del Gobierno de Costa Mesa para reemplazar a Wendy Leece, una de las voces fieles de los latinos y que, por cuestiones de los límites en los períodos de cargos públicos, tiene que dejar el Gobierno. Junto con Gary Monahan, Steve Mensinger y posiblemente Jim Righeimer (tiene que buscar reelección este año), Moorlach estaría reenergizando a los conservadores en Costa Mesa.

El futuro político de Allan Mansoor es incierto. Esta vez su enemigo número uno proviene desde su propio partido político. Michelle Steel ya tiene más de $ 600 mil dólares acumulados en el banco para gastar en su campaña política, mientras que Mansoor apenas pudo reunir $ 30 mil. El pobre Mansoor parece estar viviendo el último período de su carrera política.

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