Tamayo tuvo un camino difícil desde México a EEUU (corrido)

El condenado a muerte vivió una infancia caracterizada por la pobreza y los malos tratos

Huntsville – En su infancia en Miacatlán, en México, Edgar Tamayo Arias no tuvo una vida fácil y a sus 46 años enfrenta uno de los momentos más duros para una persona: recibir la inyección letal en el pabellón de la muerte de Huntsville.

De acuerdo al informe presentado por su defensa ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en el 2012, su niñez se “caracterizó por pobreza y falta de atención, en gran medida como resultado del alcoholismo de su padre”.

El documento detalla también que “ambos padres supuestamente abusaban físicamente de sus hijos. Según declaraciones presentadas durante los procedimientos posteriores a la condena, la madre del señor Tamayo solía encadenarlo a un ladrillo, tenía un látigo especial solamente para golpearlo y una vez le rompió la nariz”.

También se habla de un golpe en la cabeza propinado por un toro que lo habría dejado inconsciente y que luego le causó fuertes dolores de cabeza.

El informe policial elaborado por la Policía de Houston, donde se describe el crimen comenta sobre la drogadicción y alcoholismo de Tamayo durante su residencia en Estados Unidos.

Así lo encontró su tía Socorro Martínez, luego de ser arrestado por el asesinato del policía Guy Gaddis el 31 de enero de 1994. Lo recordó como una persona “enojada y molesta con el mundo”.

Un rasgo que según su familia ha desaparecido con los años para dar paso a un hombre religioso y preocupado por los demás. De acuerdo a su padre Héctor Tamayo, quien lo vio por última vez la mañana de este miércoles, su hijo estaba “tranquilo y más preocupado por ellos”.

Afuera de la cárcel de Huntsville en Texas, donde será ejecutado Tamayo, el personal del Gobierno mexicano llegó este miércoles a defender su participación en el caso luego de duras críticas.

El mismo Tamayo se quejó respecto a la asistencia de su gobierno en una misiva donde dice que sólo al final se sumaron al caso y trajeron a su familia a verlo, a pesar de las múltiples peticiones que él había realizado en el pasado.

Euclides del Moral, director general adjunto de protección del gobierno de México aseguró que el caso de Tamayo “ha estado incluido en el programa de asistencia sobre pena de muerte desde el 2002 y durante todo este tiempo se han hecho múltiples gestiones legales”.

“En días recientes hemos estado en pleno contacto con la familia y ellos nos han expresado su agradecimiento”, agregó.

Consultado respecto al impacto que tendrá la ejecución en la relación con México sólo dijo “que ambos gobiernos están trabajando para se legisle sobre el caso Avena en Estados Unidos”.

En el 2004 la Corte Internacional de Justicia determinó que las cortes estadounidenses deben revisar el proceso y sentencia de los ciudadanos mexicanos para determinar si la asistencia consular hubiera hecho alguna diferencia en sus fallos. Esto luego que Tamayo al igual que otros 51 mexicanos detenidos en Estados Unidos se agruparan en el “caso Avena”.

En el 2008 con el caso “Medellín versus Texas” la Corte Suprema de EEUU determinó que el Congreso debe aprobar legislación para implementar este fallo, lo que no ha ocurrido.

Ese mismo año el gobernador Rick Perry envió una carta a la exsecretaria de estado Condoleezza Rice donde le comentó que el “estado no está obligado a cumplir con el fallo Avena, según lo determinó la Corte Suprema”, pero se comprometió a revisar los alegatos de personas sujetas a Avena. Eso tampoco ha ocurrido.

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