Bajo amenaza de “castigo divino” reverendo violaba a niña
El detenido por las autoridades guatemaltecas fue identificado como Luis Antonio Abad Pérez
Guatemala, 27 ene – Las fuerzas de seguridad de Guatemala capturaron a un pastor evangélico acusado de violar “de forma continúa” a una niña de diez años, a quien amenazaba con recibir un “castigo divino” si no accedía a sus abusos o lo denunciaba, informaron hoy fuentes oficiales.
Pablo Castillo, portavoz de la Policía Nacional Civil (PNC), dijo a los periodistas que la captura fue ejecutada por agentes de la Unidad de Delitos Sexuales de la División Especializada en Investigación Criminal de esa institución, en cumplimiento a una orden judicial.
El detenido fue identificado como Luis Antonio Abad Pérez, de 48 años, pastor de la Iglesia Bautista Independiente, ubicada en la colonia Cristo Rey, del municipio de Santa Catarina Pínula, en la periferia este de la capital guatemalteca, donde fue capturado.
Según las investigaciones de las autoridades, Abad Pérez abusó sexualmente “de forma continuada” a una niña de diez años que acudía junto a su familia a la iglesia evangélica donde este era pastor.
El detenido, quien fue consignado al Juzgado de Primera Instancia Penal de Delitos de Feminicidio y otras Formas de Violencia Contra La Mujer y Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas, y que es sindicado del delito de violación en forma continuada con circunstancias especiales de agravación de la pena, deberán rendir su primera declaración en las próximas horas.
La denuncia, que fue presentada por los familiares de la víctima, señala que el pastor amenazaba a la niña con “sufrir el castigo divino” si no accedía a sus abusos sexuales o si lo denunciaba.
El año pasado, según estadísticas del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), se realizaron 6,547 evaluaciones a víctimas de violencia sexual, y unos 215 hombres fueron detenidos bajo señalamientos de cometer esos delitos.
Las autoridades reconocen que las cifras reales de los casos de violación sexual pueden ser hasta cinco veces mayores, debido a que la mayoría de las víctimas no denuncian las agresiones por diversas razones.
