Obama relega el tema de la reforma migratoria
Usó en su discurso del Estado de la Unión el mismo discurso de siempre, pero con menos énfasis
Pocos esperaban una acción contundente en inmigración por parte del presidente Barack Obama durante el discurso del Estado de la Unión. ¿Pero 100 palabras en un discurso de más de 6,000? El poco énfasis en el tema, tan importante para la base latina demócrata, sorprendió a algunos y, por otra parte, pareció completamente lógico a otros observadores.
“Republicanos y demócratas en el Senado han actuado. Sé que miembros de ambos partidos en la Cámara quieren hacer lo mismo”, dijo Obama durante su discurso.
“Aprobemos una reforma migratoria este año. Hagámoslo”, fue la frase más fuerte que utilizó el mandatario para impulsar la reforma migratoria, ante el aplauso de los congresistas. Su referencia al tema duró solo unos segundos.
“Un pesimista diría que se ha resignado a que la reforma no sea parte de su legado”, dijo Adrián Pantoja, de Pitzer College. “Lo que dijo fue, desafortunadamente, lo mismo de siempre y esta vez, con mucho menor énfasis”.
Aunque grupos activistas habían señalado que no esperaban una orden ejecutiva del Presidente para detener las deportaciones o acciones radicales, el poco énfasis del discurso en el tema generó reacciones de desilusión.
Su política “de facto”, de separación de familias, que los republicanos felizmente apoyan, le está “ganando un lugar vergonzoso en la historia”, dijo Kica Matos, del Fair Immigration Reform Movement.
No obstante, otros observadores aseguraron que la poca mención de inmigración es una estrategia deliberada del Presidente para darle el espacio a los republicanos a que presenten sus principios de reforma, que se discutirán a partir de mañana en un retiro del partido en Maryland.
“Los activistas quieren fuerza, pero si Obama echaba en cara el tema a los republicanos justo antes de la lucha interna que van a tener en ese retiro hubiera sido peor”, dijo la analista política Sherry B. Jeffe.
“Me alegra que el Presidente eligió no confrontar al Congreso sobre inmigración para ganar puntos políticos. No ha participado activamente en el debate y si hubiera dado una declaración negativa podría detener el progreso en la Cámara”, dijo Alfonso Aguilar, de la Sociedad para los Principios Conservadores.
Ali Noorani, de National Immigration Forum, dijo que la poca mención fue “deliberada e inteligente”.
Activistas en las bases, sin embargo, recordaron que cada momento que pasa sin solución y sin que Obama actúe para proteger a ciertos grupos, “un padre, una madre, están siendo deportados, las palabras se las lleva el viento”, dijo Ricardo Moreno, activista de la Iglesia Presbiteriana.
Frank Sharry, de America’s Voice, dijo que “su llamado a la reforma hubiera sido mucho más fuerte si hubiera hablado de usar su pluma y su teléfono para detener la deportación de inmigrantes que podrían ser legalizados y que estarían a punto de serlo bajo los proyectos de ley pendientes en el Congreso”.