Para Maduro militar muerto en Venezuela es héroe de la patria

El Presidente acudió ayer a la capilla ardiente de Ramso Bracho Bravo, capitán de la Guardia Nacional asesinado de un balazo durante los enfrentamientos en Valencia

“Murió enamorado de la patria, asesinado por los fascistas”. Nicolás Maduro acudió ayer a la capilla ardiente de Ramso Bracho Bravo, capitán de la Guardia Nacional asesinado de un balazo durante los enfrentamientos del miércoles en Valencia. Allí le ascendió post mortem a mayor. Hace unas horas, la Gaceta Oficial ha confirmado la concesión de la Orden Libertadores al nuevo héroe de la revolución bolivariana.

“Le dispararon de un fusil y lamentablemente le pegó en el lugar donde se une el chaleco, que es un lugar muy vulnerable”, explicó el Presidente, quien conocía a Bracho desde hacía ocho años.

“Los hombres que dan su vida por su patria, por la verdad y la paz de su pueblo trascienden a otro mundo y él está hoy al lado de nuestro señor Jesucristo y de nuestro comandante Chávez. Fue a reforzar el ejército espiritual que protege a nuestra patria. Estoy seguro de eso”, añadió el primer mandatario.

Entregó su vida por la patria, pero también la quitó. Hace 10 años, Bracho disparó por la espalda a Evangelina Carrizo, de 50 años, al acabar una manifestación, según las denuncias hechas en su día por sus hijos. La mujer recibió el balazo y quedó tendida en el suelo, mientras los efectivos militares propinaban una paliza a Freddy Carrizo, que acompañaba a su madre. Evangelina agonizó, tendida en el suelo, sin que nadie la atendiera durante 40 minutos.

Organizaciones de derechos humanos y los Carrizo denunciaron a Bracho (acusado incluso por uno de sus compañeros), pero el juez le absolvió de toda culpa.

Bracho Bravo mantenía una militancia radical en las redes sociales (“No basta entre vencer o morir”, aseguraba en su Twitter). Incluso escribió un mensaje dos días antes de su muerte (“Que estás cagao, mariquita) a Nelson Bocaranda, famoso periodista que desveló la enfermedad de Hugo Chávez.

“No me alegra que el guardia nacional haya sido asesinado, a pesar de que él le quitó la vida a mi madre. Yo perdoné y hoy pido a Dios que lo perdone”, concluyó Carrizo.

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